Cataluña
Aplausos a sanitarios por el mundo: el ejemplo de España se extiende
Homenaje mundial: desde América Latina a la India pasando por los Reyes de Bélgica
Un mes después después de que comenzara el confinamiento, los aplausos no cesan. El homenaje diario a los sanitarios españoles es ya mucho más que un símbolo. Se ha convertido en un pequeño gesto que crea comunidad. Vecinos que antes apenas se saludaban sin levantar la cabeza, ahora charlan animadamente desde los balcones; las sonrisas de los niños confinados que viven las ocho de la tarde con especial emoción; o los guateques improvisados de balcón a balcón con gentes de todas las edades son memoria viva de la cuarentena. Y como todo símbolo que se precie, ya se ha convertido en un fenómeno mundial.
Lo cierto es que los aplausos comenzaron de una forma un tanto patosa. Una llamada en las redes que tuvo que modificarse de hora para que los niños pudieran participar. Como todo invento del hombre también implica su accidente particular. Y este ha cobrado la forma de una suerte de “gestapillo” que controla la integridad moral de los vecinos. Anécdotas al margen, el ejemplo de España se ha ganado una entrada en wikipedia, con su correspondiente versión en inglés, en la que se glosan alguno de los lugares en los que ha cundido el ejemplo español. La foto que acompaña este artículo, en Bombay (India), da buena muestra de ello. Incluso ilustra como el confinamiento no es lo mismo en un país de 50 millones de habitantes que en uno de 1.200.
En cualquier caso, Nueva York no ha dudado en sumarse al homenaje. Su precaria situación sumada a la escalada de tensión que mantienen con el presidente de su propio gobierno, Donald Trump, hacían de la ciudad de los rascacielos un lugar idóneo para que la propuesta arraigase.
América Latina tampoco podía ser ajena a esta situación por los evidentes lazos que nos unen. Países como Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú o Uruguay se han sumado. En Colombia, además, homenajean a los médicos fallecidos por coronavirus.
Europa, a su manera, se ha hecho eco de una solidaridad entre vecinos que sus gobernantes escatiman. Mientra Italia se disputa amablemente con España la autoría del gesto, en otras latitudes, como Bélgica, ha sido nada más y nada menos la Casa Real quien ha popularizado el aplauso. Pero no son los únicos. Austria, Holanda o Irlanda también participan.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo terminará la pandemia, si serán meses o años, o si se transformará en la gripe del siglo XXI. La certeza de que un aplauso nunca fue tan merecido, sin embargo, nos acompañará, hasta el punto, esperemos, de exigir a las administraciones que devuelvan a la sanidad pública todo lo que nos han dado.