Economía

Los efectos de la pandemia: Barcelona libera 3.900 pisos turísticos para alquiler residencial

El 40% de los pisos turísticos de la ciudad se convierten en pisos de alquiler residenciales

Quincuagésimo séptimo día del estado de alarma
Una pareja protegida con su mascarilla pasea por unas Ramblas prácticamente vacías.- EFE/Toni AlbirToni AlbirAgencia EFE

Unas 3.900 viviendas de uso turístico de Barcelona se han reconvertido al alquiler residencial, lo que supone el 40,6% de los 9.600 pisos turísticos censados en la capital catalana, según un estudio elaborado por la Associació d'Apartaments Turístics de Barcelona (Apartur).

Los 5.700 pisos restantes buscarán dar respuesta al turismo que llegue a la ciudad en los próximos meses, cuando se pueda reabrir definitivamente el mercado, ha informado la asociación este lunes en un comunicado.

El presidente de Apartur, Enrique Alcántara, ha afirmado que en los próximos meses se espera que predomine el turismo familiar y ha defendido que los pisos turísticos garantizan el distanciamiento social "mejor que cualquier otra modalidad de alojamiento".

Apartur, con el objetivo de mantener "los 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos que genera el sector", ha reclamado que la respuesta a la demanda de este tipo de alojamiento se haga siempre desde la oferta reglada y evitando la proliferación de nuevos alojamientos ilegales.

Considera que el reto pasa ahora por incorporar al parque de viviendas de la ciudad "la gran cantidad" de locales comerciales en planta baja y las oficinas ubicadas en bloques de pisos que quedarán vacíos a raíz de la crisis sanitaria, además de las 10.000 viviendas vacías que hay actualmente acumuladas en Barcelona.

"La lucha para la sostenibilidad, el trabajo remoto y los riesgos sanitarios en las grandes ciudades invertirán, a medio plazo, la tendencia de concentración de población en las ciudades, trasladando la presión sobre los precios en la periferia", ha añadido Alcántara.

La patronal ha augurado que la crisis hará disminuir los precios del alquiler a niveles similares a los de la crisis de 2008, cuando el alquiler cayó cerca del 17%