El impacto de la covid en las residencias: el 70% de los ancianos infectados son asintomáticos

El nuevo coronavirus se ha cebado con la gente mayor. El 80% de los fallecidos en España tenía más de 75 años. Y uno de cada cinco nonagenarios infectados no superó la enfermedad. El virus ha tenido un impacto distinto según el territorio, pero en todas las Comunidades Autónomas las residencias geriátricas han sido duramente golpeadas. La crisis de la COVID-19, además de recordar a la sociedad que el ser humano es vulnerable, le ha invitado a reflexionar sobre cuál es el cuidado que merecen nuestros mayores. ¿Qué ha pasado en las residencias? Un equipo multidisciplinar de profesionales del Hospital Vall d’Hebron, coordinado por la doctora Magda Campins, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología, y el doctor Benito Almirante, jefe el Servicio de Enfermedade infecciosas, en estrecha colaboración con los centros de atención primaria de su área de influencia, ha mirado de responder a esta pregunta. Durante el pico de la pandemia en España, entre el 10 y el 24 de abril, analizó y controló la transmisión del virus del SARS-CoV-2 en 69 residencias de ancianos. Los resultados del estudio acaban de publicarse en la revista “Emerging Infectious Diseases” y empujan a cambiar los protocolos de actuación en estos centros porque el elevado porcentaje de casos asintomáticos detectado puede jugar un papel relevante en la transmisión del virus.

En primer lugar, el estudio constata que un 24% de los residentes y un 15% de los trabajadores infectados por el nuevo coronavirus en las residencias se infectó. Son unos porcentajes muy superiores al resto de la población, donde la incidencia ronda el 5%. Pero hay otro dato que llama la atención de los médicos, que el 70% de los residentes y el 56% de los trabajadores infectados por la covid-19 fueron asintomáticos. Esta conclusión es útil para gestionar la desescalada en las residencias y evitar que el virus cause más muertes. Sólo en Cataluña, hasta la fecha, han fallecido 4.098 personas en las residencias y se han contagiado 15.016.

Información para gestionar la desescalada

La doctora Blanca Borrás, médico del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología y primera autora del estudio, subraya que ante el gran número de positivos asintomáticos que han detectado, es fundamental hacer más test, no sólo restringirlos a las personas que tienen síntomas compatibles con la enfermedad. Considera que el cribado basado en síntomas en un colectivo como el de los residentes, que es de alta fragilidad, sería insuficiente para cortar a cadena de transmisión. “Cuando hay una sospecha o un caso de COVID-19 en residencias, las acciones de control de la infección se han de hacer de la manea más rápida posible. Entre estas medias se tendría que incluir la realización de test a los asintomáticos, porque si la persona está infectada puede transmitir igual”, concluye.

Hay que tener en cuenta que las residencias son espacios atractivos para este virus, por la avanzada edad de las personas que viven, porque sus usuarios tienen una salud frágil y muchos requieren de contacto físico para moverse, asearse... y porque conviven en un lugar colectivo.

Los resultados son relevantes porque “es el primer estudio que se realiza sobre una muestra tan grande de personas, además la actuación homogénea en todas las residencias aporta una gran validez a los resultados obtenidos”, destaca el doctor Xavier Martínez, médico del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron, autor de la publicación. En total, se ha incluido a unas 6.000 personas entre residentes y profesionales.

Cómo se hizo el estudio

Para hacer el estudio, los investigadores analizaron la presencia de síntomas relacionados con la COVID-19 con pruebas PCR a 3.214 residentes y 2.655 empleados. Tras detectar que el elevado porcentaje de asintomáticos juega un papel importante en la diseminación del virus, en menos de 72 horas, los servicios de Medicina Preventiva, Epidemiología, Microbiología y Enfermedades Infecciosas, la dirección del Vall d’Hebron y los servicios de atención primaria del CAP Sant Andreu y el SAP Muntanya diseñaron medidas de control y prevención de la infección adaptadas a cada centro. Un equipo formado por entre 8 y 12 enfermeras se desplazó a las residencias junto a un equipo de atención primaria para tomar cerca de 500 muestras diarias. En menos de 24 horas, tenían los resultados de las pruebas PCR. Estos resultados fueron claves para implementar medidas de control y aislamiento en cada centro.