Pese a que el independentismo pierde fuelle en la calle, continúa adelante con el proyecto rupturista y trata de imprimir una marcha más al “procés” en las instituciones. La Asamblea Nacional Catalana ha presentado hoy una campaña de “soberanía fiscal” para que los ciudadanos catalanes paguen sus impuestos a la Generalitat -Agencia Tributaria de Cataluña (ATC)- en lugar de a España. La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha situado esta acción como un eje esencial para prepararse para la independencia y ha recordado que, ahora, Cataluña solo recauda el 5% de los impuestos de los catalanes, mientras España el 87% -el resto, algo más del 7% corresponde a las administraciones locales-. “Controlar la caja es importante para la independencia”, defiende David Fernández, dirigente de la ANC.

La ANC ha abierto una web y ha explicado el mecanismo para pagar los impuestos a la ATC: se rellenan los modelos habilitados por la Agencia Tributaria Española, pero, a la hora de poner la cuenta corriente, se pone la de la ACT. Después se acude a rellenar un formulario (226) de la ACT, se pone la cantidad que sale a pagar según la hacienda española, se pone el número de cuenta corriente del particular y el proceso ya estaría culminado. La entidad independentista considera que es un proceso que no es “difícil” y ha informado de que tienen algunas gestorías disponibles para ayudar a los contribuyentes. La campaña va dirigida a empresas, autónomos, particulares, entidades o partidos políticos, que pagan sus impuestos al Estado.

El objetivo, además, es presionar a los partidos independentistas y la Generalitat, justo a las puertas de las elecciones catalanas. En este sentido, Paluzie ha lamentado que la Generalitat siempre haya ido con retraso en materia tributaria y haya tardado tanto en poner a punto la ACT. De momento, no se han marcado objetivos, aunque también alertan de que la pandemia puede dificultar la campaña. Los dos momentos álgidos que han señalado son enero -con el IVA- y mayo y junio -con el IVA y el IRPF-.

La campaña, en todo caso, no es nueva porque el independentismo ya intentó algo parecido en los albores del “procés” -entre 2012 y 2014-, pero pasó desapercibida y forma parte de la estrategia diseñada por el separatismo desde hace tiempo y que consiste en ir ganando terreno en espacios de poder económico o social. Por ejemplo, la conquista de la Cámara de Comercio de Barcelona o el crecimiento sindical. También la campaña de consumo estratégico, dirigida a promover empresas afines al “procés” va en este línea.

De esta forma, el independentismo, que acusó la falta de preparación en 2017 para completar la ruptura pese a las famosas “estructuras de Estado” que ha ido levantando, trata de ir ganando fuerza de cara a una nueva oportunidad que les permita romper con España.