Exposición

La sensualidad de la academia

Una muestra en Palau Antiguitats reúne piezas de autores como Mengs, Martí Alsina, Ismael Smith, Togores o Sert

La exposición reúne piezas desde el siglo XVII al XX
La exposición reúne piezas desde el siglo XVII al XXPalau Antiguitats

Se acaba el año, pero todavía llegan exposiciones que valen la pena, algunas de ellas con esas pequeñas grandes joyas que solamente saben encontrar los mejores galeristas. Es el caso de la muestra que desde el pasado día 23 se presenta en el Gabinete de Artes Gráficas de Palau Antiguitats. Es una buena oportunidad para adentrarnos en la academia como tema, en dibujos, grabados o fotografías siempre con el cuerpo humano como eje. Para ello se parte de una selección de trabajos de algunos de los nombres más destacados del arte catalán desde el siglo XVII hasta el XX, aunque también se cuenta con algún artista fuera de nuestras fronteras. Entre ellos podemos encontrar a Anton Raphael Mengs, Eduardo Rosales, Rafael Esteve, Ramon Martí Alsina, Simó Gómez, Josep Llimona, Enric Clarasó, Eusebi Planas, Josep Maria Sert, Ricard Canals, Francesc Domingo, Ismael Smith, Josep de Togores y Antoni Esplugas, entre otros.

La academia es probablemente el punto de partida de cualquier pintor. Es el vehículo con el que iniciar la formación de aquel que quiere dedicarse al oficio de artista. El estudio del cuerpo humano, la observación, la sabiduría para recrear con el lápiz o el pincel volumen es lo que necesita saber quien inicia su andadura en este terreno. La muestra en esta sala barcelonesa analiza este hecho con detalle, a veces desde una perspectiva insólita.

La muestra cuenta con obra de Anton Raphael Mengs, el autor que renovó buena parte de los preceptos artísticos europeos. Sus ideas artísticas fueron toda una revolución en su momento, a mediados del siglo XVIII. Tanto él, como Felipe de Castro, lideraron la reformulación de los estudios de bellas artes, incorporando como materias la perspectiva, las matemáticas y la academia. Este último aspecto no llegó hasta la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, hasta febrero de 1768.

La exposición barcelonesa nos ayuda a conocer cómo se formaban los artistas, cuáles fueron los primeros trabajos profesionales de algunos importantes creadores. Todo ello a partir de la observación de modelos del natural o su representación escultórica, en muchas ocasiones en escayola.

Pero la muestra también nos demuestra que en ocasiones esa mirada que juzgamos académica, puede ser incluso sensual. Eso es lo que invitan a pensar una serie de fotografías con el cuerpo femenino desnudo como protagonista. Es lo que sucede con el trabajo tras la cámara de Antoni Esplugas quien retrata las «pin-ups» de la época. Esplugas fue uno de los primeros grandes fotógrafos catalanes y se aficionó a esta técnica después de probar fortuna como pintor. Se hizo muy conocido en su tiempo por sus retratos a actrices, cantantes, bailarinas y toreros, pero fue su especialidad en los desnudos donde logró un gran éxito.

Eusebi Planas sigue siendo considerado como uno de los mejores ilustradores del siglo XIX, gracias a su talento poniendo imágenes a obras como «Los tres mosqueteros» o «Los miserables». Sin embargo, también optó por una vía parecida a la de Antoni Esplugas haciendo del desnudo un arte, con la mujer como eje temático. En el Gabinete de Artes Gráficas de Palau Antiguitats hay algunos ejemplos de su talento como dibujante, con jóvenes en actitud festiva y que eran adquiridas por los coleccionistas de su tiempo.

Probablemente sea «El origen del mundo» de Gustave Courbet uno de los desnudos pictóricos más conocidos y provocadores de todos los tiempos. La imagen en exposición del sexo femenino a través de este cuadro ha generado no poca bibliografía y, en ocasiones, una controversia que poco tiene que ver con motivos estéticos. Esa imagen que se identifica con la concepción de la vida parece tener un referente en un dibujo de la muestra y que firma Ramon Martí Alsina, uno de los más interesantes pintores realistas catalanes. Esa composición nos ofrece una perspectiva sensual de la academia.

Todo ello forma parte de esta propuesta expositiva que puede definirse como excepcional.