COVID

Vall d’Hebron recurre al mindfulness y la realidad virtual para mejorar la salud mental de sus profesionales

A raíz de la pandemia, muchas personas que han estado en primera línea en la lucha contra la COVID-19 sufren lo que se conoce como fatiga por compensación, un estado emocional y mental que muchas veces no les permite ofrecer la asistencia adecuada a los pacientes

Durante las sesiones de mindfulness, se proyectan imágemes en realidad virtual que favorecen la relajación y el pensar en el ahora
Durante las sesiones de mindfulness, se proyectan imágemes en realidad virtual que favorecen la relajación y el pensar en el ahoraVall d'Hebron

“Estamos viendo como, tanto durante el pico de la pandemia como, sobre todo, ahora, están saliendo saliendo casos de ansiedad, depresión, malestar, insomnio o falta de habilidad emocional entre los profesionales del hospital que han estado en primera línea contra la COVID-19 y todo ello no les permite hacer una asistencia correcta”, señala la doctora Merche Rodríguez, supervisora del Servicio de Psiquiatría de Vall d’Hebron, quien admite que “en esa situación de agotamiento emocional no podemos dar la misma atención al paciente”.

Es lo que se conoce como fatiga por compasión. “Es uno de los dos síndromes que vemos en las personas que ayudan en intervenciones de crisis o de emergencia, como en los atentados de Barcelona. Se trata de una sensación de cansancio, de desbordamiento, falta de apetito y dificultad para dormir”, explica la doctora Sara Guila Fidel, psicóloga clínica adjunta del Servicio de Psiquiatría de Vall d’Hebron, quien al respecto comenta que “esas personas se siente exhaustas por la entrega en el cuidado de otras personas”.

En el contexto de la pandemia, el personal sanitario y profesionales de los hospitales “ha experimentado esa sensación de no querer parar pese a estar desbordados para poder seguir así ayudando a los pacientes”. “Para muchos de ellos, ha sido imposible parar, hacer una pausa, pese al agotamiento que estaban sufriendo, porque sentían la responsabilidad de seguir al pie del cañón, ayudando. Ellos se identificaban mucho con las pacientes y más aún por cuanto, en el contexto de la pandemia, éstos estaban solos, sin sus familiares, de manera que los profesionales han tenido que asumir nuevos roles más allá del estrictamente sanitario y todo ello les ha hecho entrar en un círculo en el que cada vez se exigían más”.

En definitiva, esa fatiga por compasión es una respuesta ante una situación muy extrema, con efectos emocionales pero también físicos, sobre la persona que la experimenta. “Se sienten muy cansados, sin apetito, con insomnio o dificultades para dormir. Es una malestar que frecuentemente les provoca falta de atención, por ejemplo, o hiperpreocupación, de manera que no pueden sacarse de la cabeza los pensamientos o reflexiones sobre la situación que están viviendo”, explica la doctora Fidel y ante una situación así la recomendación principal es “aprender a hacer pausas para poder romper la inercia a la sobreexposición al cuidado de las otras personas”. “Lo mejor en estos casos es prevenir la fatiga por compasión con formación, pero una vez ésta ya ha hecho acto de presencia, para reducir su impacto es importante cuidar el sueño y la alimentación, confiar en el equipo con el que estás trabajando y sobre todo saber parar, hacer pausas”, señala la doctora Fidel.

Ante esta realidad, la doctora Rodriguez pensó en recurrir al mindfulness como herramienta para contribuir a mejorar el estado anímico y emocional del personal del hospital que hubiera vivido la pandemia en primera línea. “Esta técnica permite desconectar del entorno, centrarse en el aquí y el ahora para poder disfrutar el momento sin pensar en el futuro, sin ir más allá porque eso produce ansiedad anticipatoria”, pero cuando estaba a punto de poner en marcha este proyecto en el seno de su propia unidad, surgió la posibilidad de dar un paso más y combinar el mindfulness con la realidad virtual.

La empresa Barcelona Broomx fue la encargada de desarrollar la parte técnica para poder hacer realidad la experiencia, que tiene un carácter inmersivo y multisensorial que favorece la práctica del mindfulness. En definitiva, se trataba de adaptar la tecnología de exposiciones que se han inaugurado recientemente en Barcelona, como la de Van Gogh o Monet, en las que el visitante puede entrar de forma virtual en la obra de pintores, a las características del mindfulness.

El resultado son unas sesiones de 45 minutos en las que participan cinco personas como máximo, que se echan en unas esterillas dispuestas en el suelo para disfrutar de la proyección de imágenes en 3D en el techo y las paredes de la sala, las cuales, acompañadas por un sonido acorde con el paisaje o fondo proyectado, recrean escenarios concretos, como el mar o la montaña, pero también puede ser simplemente figuras, como mandalas. “Los grupos pueden elegir las imágenes que quieren que proyectemos y además, existen varias terapias diferentes y nosotros recurrimos en cada ocasión a la que consideramos que más se adapta al estado y las necesidad del grupo”, comenta la doctora Rodríguez, quien además señala que “todas las terapias están guiadas por una enfermera de la unidad que da pautas a los participantes para completar con éxito la sesión”.

“La idea es que los profesionales del centro conozcan el mindfulness, lo tengan a su alcance en el propio hospital para cuando necesitan recurrir a estas sesiones, ya sea dentro como fuera del horario laboral, y además sea una estímulo para ellos para continuar practicándolo también en casa”, destaca la supervisora del Servicio de Psiquiatría, quien, pese a que admite que “el uso del mindfulness en psicología y, concretamente, en este tipo de situaciones no es ninguna novedad”, pone de relieve que “lo peculiar aquí es la combinación de esta técnica con la realidad virtual, lo que te permite llevar a cabo sesiones de meditación guiada en las que se favorece esa focalización del participante en el aquí y el ahora, en las sensaciones del cuerpo”.

Durante las sesiones de mindfulness, se proyectan imágemes en realidad virtual que favorecen la relajación y el pensar en el ahora
Durante las sesiones de mindfulness, se proyectan imágemes en realidad virtual que favorecen la relajación y el pensar en el ahoraVall d'Hebron

“Esta técnica de mindfulness combinada con realidad virtual es adecuada para afrontar la fatiga crónica puesto que busca esa pausa tan necesaria para quienes la sufren, en un ambiente, además, que favorece la calma y la reconexión con los otros”, asegura la doctora Fidel, quien además hace hincapié en que “la experiencia proporciona herramientas para que en un futuro quienes participan en ella sepan cómo gestionar situaciones similares”

Este proyecto se puso en marcha en el mes de noviembre con una primera prueba piloto en la que participaron una cincuentena de profesionales del centro que habían estado y están en la primera línea de la lucha contra la COVID-19 y los resultados han sido tan positivos que ahora se está trabajando para implementarlo en todas la unidades de Vall d’Hebron a través de talleres de cuatro sesiones, en las que en cada una de ellas se recurre a una terapia diferente. Y es que como señala la doctora Rodríguez, “el 100% de las personas que participaron en la prueba piloto aseguran que repetirían experiencia”.

Además, cabe recordar que antes de las sesiones, los participantes completaban un cuestionario en el que, en el 80% de los casos, admitían sentirse preocupados, mientras que, a su conclusión, todos ellos decían sentirse tranquilos y relajados y, como apunta la doctora, “si entras a trabajar con este estado ánimo, contribuyes a la cohesión del equipo del que formas parte, así como mejoras la asistencia que ofreces a los pacientes”