Seguridad ciudadana

La Policía Nacional: “Cataluña es prioritaria”

El cuerpo cuenta con 320 efectivos más en la comunidad autónoma respecto al año 2017

El director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo
El director general de la Policía Nacional, Francisco PardoEuropa Press

El director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, ha defendido hoy que Cataluña es una “prioridad” en el empeño de “trabajar por la convivencia”, mencionando que cuenta ahora con 320 agentes más en esta comunidad autónoma que en 2017 y que se han iniciado las obras de rehabilitación en la Jefatura Superior en la Via Laietana de Barcelona, un edificio que ERC quiere convertir en un museo para la memoria de los torturados durante el franquismo.

Francisco Pardo ha sostenido que los anteriores datos “ponen bien a las claras las prioridades del Gobierno”, respondiendo a las dudas planteadas por los grupos parlamentarios en la comparecencia de altos cargos ante la Comisión de Interior para explicar los Presupuestos Generales del Estado de 2020.

Según el director general, en 2021 y 2022 los presupuestos han crecido “más que en toda la década anterior”. “En dos años ha crecido en 772,7 millones”, ha señalado el máximo responsable de la Policía Nacional, subrayando que el incremento es del 25%, hasta alcanzar una cifra superior a los 3.700 millones.

En su repaso al material policial, el director general ha señalado que está previsto comprar 5.800 chalecos de protección por año, hasta 23.000 en total cuando se complete el plan de adquisición. También ha dado cifras como que se renovará el 30% de la flota de helicópteros.

Sobre las pistolas eléctricas tipo Táser, ha indicado que ahora se está en un “proceso muy riguroso de selección del personal” que utilizará este material en su “actividad diaria”, disponiendo ya de 600 armas de esta tipología y quedando pendiente otras 400 más.

Francisco Pardo ha defendido el Acuerdo de Equiparación Salarial, preguntando a los grupos si conocen algún otro colectivo de la administración que haya mejorado su sueldo en una media superior al 20%.

No obstante, Cataluña se ha convertido en una plaza poco atractiva para la Policía Nacional tanto por el clima social y político como por las circunstancias económicas. La hostilidad del independentismo con el cuerpo policial durante los últimos años y el alto coste de la vida han empujado a hasta 800 agentes a pedir otro destino este año, la cifra más alta de los últimos años, según explicó a este diario el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Cataluña, Luis Mansilla.

En 2019 pidieron traslado 500 agentes y en 2018 en torno a 400, según explica Mansilla. Pero este año, justo en un contexto en que el independentismo se ha cebado más con la Policía a raíz de la sentencia del “procés” del 14 de octubre, la salida se agentes se ha prácticamente doblado. Además, lo que es más llamativo, es que algunos estaban arraigados. “Hay muchos que llevaban años viviendo aquí, pero al final se han acabado yendo”, asegura el secretario general del SUP.

Lo cierto es que en los últimos meses los ataques del independentismo se han multiplicado contra la policía, según denuncia. Escraches en comisarías o en las viviendas de algunos agentes o las imágenes del cerco de la Jefatura Superior de Policía en vía Laietana durante días por el separatismo tras la sentencia del “procés” han tenido un gran impacto sobre el cuerpo policial y han tenido su reflejo ahora en esta gran estampida.

La Policía verá, además, mermados sus ya deficitarios recursos en la autonomía porque para el año que viene hay previsto que repongan 700 de los 800 que se marchan. En Cataluña hay 2.800 agentes, pero, según explica, el “catálogo de puestos de trabajo es deficitario” -es decir, lugares como el aeropuerto de Barcelona o edificios bajo la protección de la Policía en Cataluña tienen menos agentes de los necesarios-.

El clima político y social de “polarización” no lo es todo. También las circunstancias económicas: “El precio de la vida en Cataluña es de los más altos en toda España”, argumenta, también, como fuente de dificultades para los agentes. Mansilla enumera la vivienda, el transporte, el sistema fiscal o los peajes como principales elementos que encarecen la vida en Cataluña en comparación con otros lugares del resto de España.

También recuerda el “mal endémico” que ha supuesto Cataluña para los agentes desde “siempre” por su situación geográfica. “Está lejos de todo”, explica, a diferencia de Madrid, por ejemplo, que está en el centro y tiene buena comunicación con el resto de España.

Por todo ello, el SUP, junto a otros tres sindicatos -Confederación Española de Policía (CEP), Union Federal de Policia (UFP) y Sindicato Profesional de Policía (SPP-, ha pedido incentivos salariales, más allá de la equiparación, que también aplauden. Y no solo por el poco atractivo que ahora mismo tiene Cataluña, sino también porque Mansilla argumenta que la carga de trabajo es mucho mayor en comisarías de Barcelona o Madrid que en otras localidades de España. El objetivo es atraer y retener a los agentes de policía porque la permanente salida tiene a la larga también una incidencia sobre los cargos superiores ya que pocos acaban promocionando antes de marcharse. De aquí que haya también una carencia de subinspectores -está por debajo del 50%- u oficiales -por debajo del 30%-, según detalla Mansilla.