Municipal

Barcelona estrenará la nueva lonja de pescadores en 2024

La cofradía y el Puerto están estudiando que una parte del género se pueda vender directamente a la ciudadanía

Imagen digital de la futura lonja de pescadores
Imagen digital de la futura lonja de pescadoresLa Razón

El Puerto de Barcelona prevé empezar las obras de la nueva lonja de pescadores en el Port Vell en el último trimestre de este año. Se impulsa así un proyecto que arrastra años de retraso (se presentó en el 2014 para ser una realidad en el 2017), y que también prevé construir un edificio nuevo y urbanizar el muelle de Pescadors para abrirlo a la ciudadanía. La inversión para construir el edificio es de 8 millones y los trabajos se alargarán cerca de año y medio. La cofradía y el Puerto están estudiando que, una vez terminado, se pueda vender parte del género a la ciudadanía.

La nueva lonja se construirá junto a la torre del Reloj, muy cerca de la lonja actual. El edificio tendrá una pasarela en uno de los lados que permitirá que los ciudadanos puedan ver a través de grandes ventanales la actividad que hay dentro, en especial la subasta de pescado. El palco tendrá un bloque dedicado al pescado azul y otro al pescado blanco para hacer más ágil la subasta, la preparación, el envasado y la facturación de la mercancía. La futura lonja también incorpora la nueva fábrica de hielo, que entró en servicio a finales del 2016, y las oficinas de la Cofradía de Pescadores de Barcelona.

Así lo ha explicado el presidente del Port, Damià Calvet, en un acto celebrado este jueves en el propio Moll de Pescadores, acompañado por el director general, José Alberto Carbonell; el subdirector general de Infraestructuras y Conservación, Ramon Griell; y el patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Barcelona, José Manuel Juárez. Una vez construido el edificio, la antigua lonja se derribará y se urbanizará un paseo en el muelle de Pescadors para que esté abierto a la ciudadanía. El proyecto también prevé que la emblemática torre del Rellotge sea visitable, y forme parte del circuito cultural y de ciudad que se abrirá en este espacio.

Lo cierto es que la cofradía de pescadores de Barcelona pasa por “un momento bajo”, ha reconocido el patrón mayor. “El oficio es duro, las normativas ambientales europeas son muy exigentes, el consumo de pescado ha descendido…”, señaló. Todo ello hace que la pesca ya no dé para mantener activas tantas barcas y trabajadores como hace años. Actualmente quedan 23 embarcaciones, que dan trabajos a poco más de 200 personas.

En una fase posterior, también está prevista la apertura de un restaurante en la zona sur y un servicio de conexión náutica hasta el muelle de España, donde se encuentra el complejo del Maremagnum. Por otro lado, tanto el Puerto como la Cofradía de Pescadores también mantienen la intención de impulsar un punto de venta directa de pescado a los ciudadanos, aunque actualmente la normativa no lo permite.

El proyecto de la futura lonja también incluye la instalación de 359 placas solares en la cubierta que permitirán alimentar las diferentes instalaciones del muelle de Pescadors y también almacenar energía. Esta instalación de energía solar permitirá un ahorro anual de 54 toneladas de CO2.