Ucrania

Los superyates rusos huyen de Barcelona por miedo a las sanciones

Tres embarcaciones de lujo se mantienen en la capital catalana, una de ellas perteneciente a Roman Abramovich

Uno de los yates de Roman Abramovich en el puerto de Barcelona
Uno de los yates de Roman Abramovich en el puerto de BarcelonaLa Razón

Entre los superyates que descansan en el Port de Barcelona, al menos tres pertenecen a oligarcas rusos y con un valor superior a los cien millones de euros. A medida que las sanciones sobre el país eslavo comienzan a tomar forma, su presencia en el astillero MB92, especializado en barcos lujosos, empieza a ponerse en entredicho.

De hecho, tal y como ha explicado el periodista especializado en aeronáutica Javier Ortega Figueiral a betevé, uno de estos yates se ha ido en las últimas horas hacia un puerto mediterráneo de fuera de la Unión Europea, concretamente en la costa de Montenegro, cuya salida no se había alertado con anterioridad y que se ha hecho con “un cierto secretismo”.

El Puerto de Barcelona ya ha avanzado que cumplirá las sanciones que interponga la comunidad internacional de acuerdo con la jurisdicción vigente. Según Figueiral, que ha estado en contacto con su jefe de comunicación, el Port “aplicará la legislación taxativamente y enseguida”.

De momento, estas sanciones contra los multimillonarios rusos en concreto no se han materializado, pero hay voces que lo piden, no sólo a nivel internacional. Los yates de lujo de los multimillonarios rusos, sin embargo, pueden sortear estas sanciones, según ha explicado el periodista. Las banderas que ondean en sus cubiertas son a menudo las de paraísos fiscales y no la rusa. De esta forma son, pues, “difíciles de detectar ya que el país de registro de la embarcación no coincide con el origen de su propietario”.

Ahora mismo, los tres barcos están en astilleros, para hacerles algunas reparaciones, pero no está claro cuál puede ser su futuro si continúan las sanciones contra las grandes fortunas cercanas a Putin. El mayor es el Solaris, de 139 metros y bandera de las Bermudas y que pertenece a Roman Abramovich, propietario del 29% de la empresa minera Evraz y el Club de Fútbol Chelsea. El segundo es la Aurora, de 74 metros y propiedad de Andrey Molchanov, que cuenta con una participación de control en LSR Group, el mayor productor de materiales de construcción de Rusia, y un patrimonio neto actual de 1.000 millones de euros, según la revista ‘Forbes’. Por último, está el Galactica Super Nova, de 70 metros, cuyo propietario es Vagit Alekperov, presidente y consejero delegado de Lukoil, con una participación en torno al 20%. También es propietario del 37% del Club de Fútbol Spartak de Moscú.

España se ha sumado a los países europeos que han cerrado el espacio aéreo en los aviones de compañías rusas. Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Islandia o Reino Unido intentan aislar al régimen de Vladimir Putin por su agresión en Ucrania. Para Figueiral, las consecuencias de ese cordón son importantes. “Como no se puede cruzar Europa la afectación está siendo importante, ninguna aerolínea europea puede cruzar territorio ruso, que es inmenso”.