Grastronomía

¿Dónde comer bien en Barcelona por menos de seis euros?

El reto se complica si se acota al centro de la capital catalana: es posible, hay sitios a dos minutos exactos de La Rambla e incluso se puede probar algún guiso

Incluso es posible en el pleno centro de la capital catalana, al lado de La Rambla
Incluso es posible en el pleno centro de la capital catalana, al lado de La RamblaJoan MateuAgencia AP

¿Es posible comer bien en Barcelona por menos de seis euros? Es difícil, pero no una quimera. Entre la elevada oferta de restaurantes con estrella Michelin -es la ciudad de España con más-, la cocina de mercado tan característica que huye del centro para refugiarse en los barrios, los menús del día y las cartas solo aptas para turistas emerge la comida callejera. Bocados que sacian el apetito y permiten disfrutar sin apenas tener que rascarse el bolsillo.

El precio de seis euros -lo que valía un menú hace más de 20 años- es ajustadísimo, aunque no impide poder probar un guiso tradicional catalán en pleno barrio de Gràcia. Son las albóndigas de Can Ros, una de las bodegas más características de la zona que las ofrece en tapa y en bocadillo, otro de los atractivos de la carta. Se pueden comer en el local, en su terraza a un paso de Joanic o bien para llevar.

Con seis euros, el kebab se convierte en el aliado perfecto, pero no cualquiera vale de los miles que pueden encontrarse en la capital catalana, algunos de dudosa calidad. Para lograrlo sólo hay que cruzar la plaza de Sant Jaume, acceder a Sant Miquel -donde se encuentran las oficinas del Ayuntamiento- y buscar un pequeño local llamado El cuiner de Damasc. La especialidad es un shawarma de ternera y pavo -muy bajo en grasa- con hortalizas frescas cortadas el mismo día y salsa al gusto. Sin excesos y con un sabor muy característico.

Aún en el apartado de kebabs no hay que olvidar La Caravana, un local sirio otra vez en el barrio de Gracia -en la calle Mozart, a pocos metros de la plaza de la Vila- que ofrece también falafel y una fresquísima ensalada de Tabulé con lechuga, tomate, trigo, perejil y menta. Más sano, difícil.

Aún en la zona y tocando con paseo de Gràcia aparecen los tacos, la comida mejicana que empieza a arraigar con fuerza en el centro de Barcelona. Aquí destaca Pikio Taco (en la calle Córcega) ya que los sirven por unidad y no hay que pagar por más de la cuenta. Cada uno cuesta 3,50 euros: si se estira un poco el presupuesto -hasta los 7 euros- se pueden probar dos: el del carnitas de cerdo a la michoacana confitado con naranja y especias, con guacamole, pico de gallo y chicharrón; y la cochinita pibil con salsa de frijol, cebollita roja encurtida y salsa de habanero, por ejemplo.

Y a dos minutos exactos de La Rambla, justo detrás del Liceu y a un paso de la Boquería se esconde una de las barras más tradicionales de Ciutat Vella: la del bar Mendizabal. Especializado en bocadillos, algunos de sus elaborados superan ligeramente los seis euros -cordero a baja temperatura o pato confitado con peras- pero otros ni se acercan. Por ejemplo, está el de tres quesos o el de atún con pimiento escalivado.