Solidaridad

Las ayudas de Cáritas en Cataluña se disparan por culpa de la pandemia

La mitad de los hogares son con niños o adolescentes

Presentación de la memoria 2021 de Càritas Catalunya.
Presentación de la memoria 2021 de Càritas Catalunya.CÀRITAS CATALUNYAEuropa Press

Las diez Càritas diocesanas catalanas atendieron a 98.797 hogares donde viven 241.864 personas en Catalunya durante el año 2021, un aumento del 12% con respecto a 2019, antes de la pandemia de Covid-19.

Así consta en la memoria 2021 de Càritas de Catalunya, ha informado en un comunicado este jueves, en la que también consta que las familias con niños y adolescentes son el 49% del total de hogares, el 17% son hogares monoparentales y el 26% son personas solas.

Además, el 43% de hogares son formas de vivienda no consideradas dignas: el 14% son realquilados, el 5% no tienen techo, el 9% están acogidos en casas de familiares o amigos, el 5% en entidades sociales y el 10% ocupa una vivienda, y por lo demás, el 49% vive de alquiler y el 8% en régimen de propiedad.

El 35% de los atendidos son de nacionalidad española, el 32% en situación administrativa regular y el 33% irregular, ante lo que el representante del Grupo de Trabajo de Análisis Social de Càritas Catalunya Caye Gómez ha advertido de que las actuales políticas de migración “no ponen la persona en el centro, al contrario, dificultan el acceso de estas personas a derechos tan básicos como la sanidad o el trabajo”.

Por último, el 61% de atendidos está en paro o buscando trabajo, “cosa que refleja la estrecha relación entre las situaciones de paro y la exclusión social”.

Gómez ha lamentado que 2021 ha dejado “problemáticas estructurales recurrentes, sobre las que Càritas ha alertado desde hace años, y otras nuevas como la brecha digital” en forma de falta de dispositivos, mala conectividad en los hogares y falta de habilidades o competencias.

La representante de la Comisión de Comunicación de Càritas Catalunya, Anna Roig, ha apuntado que muchas familias se han enfrentado a situaciones que han empeorado su situación de precariedad, y han llegado a pedir ayuda económica a familiares, amigos o instituciones sociales, mudarse o pedir micropréstamos.

A su vez, el presidente de Càritas Catalunya, Francesc Roig, ha criticado que muchos problemas se enquistan: “Nos cansamos de presentar una y otra vez nuestras propuestas para enderezar esta situación y, no obstante, no se avanza al ritmo que requieren las personas que viven cada día en la pobreza”, y ha pedido una política de consensos en materia social y la redistribución del gasto.

El obispo de Vic (Barcelona) y presidente de su Càritas diocesana, Romà Casanova, ha afirmado que se vive una situación de crisis permanente desde 2008, que “interpela para un cambio urgente: una conversión económica, social, cultural y también personal”.