Arte
El Dalí de Leonardo DiCaprio está en venta
Sotheby’s se está encargando de buscar un comprador para esta tela de 1942
Desde hace varios días, la casa de subastas Sotheby’s se encarga de la venta de una pieza importante de Salvador Dalí. Es un óleo sobre tela de 1942 para un proyecto relacionado con «Romeo y Julieta», en uno de los momentos más creativos en la carrera del genio surrealista. Aparentemente podría tratarse de una transacción más de las muchas que se hacen cada día en el mercado del arte. Sin embargo, la venta de este original del artista catalán presenta una particularidad: el propietario de la pintura es el oscarizado actor Leonardo DiCaprio.
En 2011, la casa de subastas Christie’s, en Nueva York puso en manos del mejor postor la obra daliniana junto otros trabajos de autores impresionistas y modernos. La pieza fue adjudicada por 1,42 millones de dólares, es decir, por 974.000 euros, una cifra importante para Dalí en el mercado internacional, aunque cabe apuntar que Christie’s esperaba poder alcanzar los 1,2 millones de euros.
En ningún momento Sotheby’s indica que Leonardo DiCaprio sea su actual propietario. Sin embargo, sí confirma que la pieza viene de la venta de 2011. Ese día hubo una galerista, Rachel Stekson que fue testigo del momento en el que el protagonista de «Titanic» pujaba por la obra de Dalí después de haber intentado, sin suerte, hacerse con dos trabajos de Picasso.
Hace doce años, la obra fue presentada bajo el título de «Chevaliers en parade». Ahora se ha preferido seguir los criterios del catálogo razonado de la obra pictórica del genio ampurdanés que lleva años realizando la Fundació Gala-Salvador Dalí, por lo que se ha apuntado que se trata de un estudio para «Romeo y Julieta». Precisamente esta institución daliniana conserva otros estudios preparatorios para la personal lectura que el artista hizo del clásico drama de William Shakespeare.
La composición es de 1942 un año importante en la carrera de Dalí al tratarse del momento en el que publica en lengua inglesa su autobiografía «Vida secreta de Salvador Dalí». Vive con su compañera Gala en Estados Unidos en un peculiar exilio que le proporciona numerosas colaboraciones en varios medios, así como para la gran pantalla. Fue precisamente la meca del cine donde encontró algunos importantes encargos, como retratar a algunos de los integrantes de la alta sociedad hollywoodense, como fue el caso del productor Jack Warner, el todopoderoso amo y señor de Warner Bros.
Sotheby’s no ha querido informar de cuánto dinero se pide por la obra, aunque es seguro que DiCaprio no querrá perder lo invertido en su momento. Lo que sí se conocemos es que el actor es un gran coleccionista de arte, especialmente centrado en los creadores más contemporáneos, aunque en sus fondos, además de Dalí se sabe que hay algún trabajo picassiano. Igualmente tiene obras de autores de la talla de Frank Stella, Jean-Michel Basquiat y Takashi Murakami . Igualmente es conocido que posee originales de Robert Crumb, uno de los gigantes del cómic «underground».
No es la primera vez que descuelga obras de sus paredes para venderlas. En 2013, y con fines benéficos, el intérprete de «El lobo de Wall Street», organizó unas subasta llamada «The 11th Hour Sale» cuyo objetivo era recaudar dinero para ayudar en la lucha contra el cambio climático. DiCaprio logró 38,8 millones de euros en esa subasta.
La noticia de que el cuadro de Dalí vuelve a estar en circulación también puede ser una buena oportunidad para comprobar cómo se comporta la pintura del maestro surrealista en el mercado internacional. El pasado año se vendió «El espectro de Vermeer», una pintura de 1934, de la colección Paul G. Allen en Christie’s por 4.860.000 dólares.
El gran masturbador de Nicholson
Un actor que es también conocido por ser un gran coleccionista de arte es Jack Nicholson. El mítico protagonista de «El resplandor» posee desde hace años una de las mejores obras de Salvador Dalí de la serie protagonizada por la iconografía de «El gran masturbador». El actor no ha tenido nunca problema en prestar esta pieza, como fue en el caso de la exposición «Dalí joven. 1918-1930» que pudo verse a mediados de los 90.
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