
Educación
El 70% de guarderías privadas catalanas se plantean cerrar
La gratuidad del segundo ciclo implementada por la Generalitat a partir de este curso ha generado un trasvase masivo del alumnado a los centros públicos

En Cataluña hay aproximadamente unas 700 guarderías privadas actualmente. Estos centros de educación infantil, que ofrecen servicios de atención a niños y niñas de 0 a 3 años, sufren una crisis que, según una encuesta, puede provocar el cierre del 70% del total de los centros.
El sondeo realizado en los dos primeros meses de este año por las tres patronales del sector (la Associació de Llars d’Infants de Catalunya, la Associació Catalana de Llars d’Infants y la Coordinadora d’Escoles Bressol de Catalunya) desvela que dos de cada tres guarderías privadas se plantean cerrar a corto plazo. «La situación es preocupante», asegura la portavoz de la Associació Catalana de Llars d’Infants, Emma Miguel.
Diferentes causas han generado una tormenta perfecta para dejar al sector en una situación límite. Por un lado, la gratuidad de infantil 2 (segundo ciclo) en los centros públicos implementada por la Generalitat a partir de este curso, ha provocado un trasvase masivo del alumnado de las guarderías privadas a las públicas. La posible gratuidad de I1 en la pública supondría una «estocada final» para el sector.
Otro factor clave son las diferencias en la financiación pública y privada de las guarderías catalanas. Desde las asociaciones piden «ajustar las subvenciones» para que el sector privado pueda competir con las guarderías públicas, y consideran totalmente «insuficientes» las ayudas actuales. «Pedimos más subvenciones para las familias, no se las quedan las escuelas», asegura Emma Miguel. Concretamente, reclaman cuadruplicar la cifra de la subvención actual para llegar hasta los 3.200 euros anuales por niño, que es la cifra que «la Generalitat otorga a la pública por niño y curso».
Además, la crisis económica y de vivienda también ha afectado a los centros privados. «Afrontamos retrasos en los pagos de las cuotas por parte de las familias y de las subvenciones por parte de la Generalitat», reclama la portavoz. El coste del mantenimiento de las guarderías, igualmente, también crece sin parar. Mientras el alquiler «cada vez se encarece más», el cumplimiento de la oferta de este tipo de guarderías es casi insostenible. Según explica Emma Miguel, en centros públicos donde tienen una profesional, «nosotros tenemos dos», con el coste que ello implica.
Por último, el descenso de la natalidad y las bajas de maternidad y paternidad suman todavía más problemas a la situación. «Los niños entraban a las guarderías con 16 semanas y ahora entran con un año de vida», explica Emma Miguel. «I0 acabará desapareciendo», lamenta.
Las consecuencias de estos problemas ya se han hecho notar en Cataluña. Dos guarderías privadas anunciaron en el mes de febrero que cerrarían sus puertas de forma precipitada, dejando a más de 100 familias desamparadas. El número total de centros privados que han cerrado en los últimos cinco años asciende a 73, lo que equivale a una guardería al mes. Según Emma Miguel, las familias de las guarderías privadas sienten «preocupación» porque los centros a los que llevan a sus hijos puedan cerrar de un día para otro.
Desde las patronales reclaman, además de una mejora en las subvenciones, que las familias tengan «el derecho a elegir», algo que no se da con las condiciones actuales según la portavoz de la Associació Catalana de Llars d’Infants. Aseguran que no pueden competir en las mismas condiciones que los centros públicos, y que por lo tanto las familias no pueden escoger libremente «el proyecto que quieren».
Emma Miguel cree que la «red pública no se podrá mantener», pues los ayuntamientos no dan abasto con los proyectos aprobados desde el departamento de Educación. Además, se queja de que muchas de las familias que no consiguen entrar en los centros públicos, «se quedan sin escolarizar» en vez de entrar en la red privada.
Para tratar de encontrar alguna solución, el día 3 de junio tendrá lugar una reunión entre las asociaciones y la consellera de Educación, Esther Niubó. «Luchamos por nuestra supervivencia», implora Emma Miguel.
Desde algunas AMPA y colectivos de familias también se han comenzado a movilizar para reclamar igualdad de condiciones para todas las guarderías, independientemente de su titularidad. Aseguran que la existencia de la red privada es necesaria para cubrir toda la demanda y evitar listas de espera que ya son habituales en algunos barrios. Han generado también una recogida de firmas en internet que supera las 2.000 inscripciones.
Mientras tanto, los profesionales del sector temen que, si la situación no mejora en los próximos meses, se produzca una pérdida de empleo masiva.
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