Política municipal
Barcelona quiere aislar a Vox: adiós a las presidencias de comisiones y distritos
El Ayuntamiento aprueba una propuesta de Barcelona en Comú para crear "un cordón sanitario" en la capital catalana
El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado un pacto propuesto por Barcelona en Comú para establecer un "cordón democrático" contra la extrema derecha, representada por Vox en el consistorio. La votación, realizada en la Comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior, contó con el apoyo de todos los grupos excepto Vox y PP. El acuerdo busca un “Ayuntamiento libre de discursos de odio y discriminación”, proponiendo medidas como impedir la presencia de la extrema derecha en la presidencia de distritos y en comisiones municipales.
El pacto también prevé evitar la suscripción de iniciativas conjuntas con partidos de extrema derecha, no convocarlos en reuniones de trabajo, y cambiar las reglas para declaraciones institucionales, permitiendo una mayoría cualificada en lugar de unanimidad. Además, se compromete a no normalizar ni legitimar la acción política de estas formaciones y a participar activamente en conmemoraciones institucionales contra la discriminación.
Vox ha criticado la propuesta, considerándola populista y acusando a Barcelona en Comú de señalarlos. Por otro lado, defensores del pacto argumentan que busca fortalecer el compromiso del Ayuntamiento con la democracia, los derechos humanos y la diversidad, mientras que detractores la ven como totalitaria y cuestionan la exclusión política basada en la etiqueta de "extrema derecha".
Para la concejala de Barcelona en Comú, Jess González, se trata de "tener un Ayuntamiento aún más comprometido con la democracia, los derechos humanos y las diversidades". Por parte de Vox, en cambio, el presidente del Grupo Municipal, Gonzálo de Oro, considera que "es una propuesta populista que sólo busca señalarnos" y ha tildado el acuerdo de "delirante y totalitario".
La teniente de alcalde Maria Eugènia Gay ha afirmado que “los discursos de odio se configuran como una amenaza para los valores democráticos”. La concejal del PSC ha acusado a la ultraderecha de “liderar los discursos que amenazan la paz y la estabilidad social”.
El popular Juan Milián ha salido en defensa de la presencia de Vox en el Ayuntamiento y ha juzgado que la propuesta sostenida por el resto de fuerzas “no es admisible ni liberal ni democráticamente”. “¿Quién decide qué o quién es extrema derecha? ¿Por qué solo la extrema derecha y no la extrema izquierda? ¿Quién decide a quién se excluye de la vida política?”, ha planteado
También se prevé, con el objetivo de "no normalizar ni legitimar la acción política de las formaciones de extrema derecha", no suscribir ninguna iniciativa de impulso y control con estos partidos y evitar que prosperen sus iniciativas. Además, el documento recoge también el cambio de reglas, que ya se aprobó en noviembre, que permite que las declaraciones institucionales necesiten sólo de una mayoría cualificada y no unanimidad como hasta ahora. Así, ninguna formación podrá vetar la aprobación de declaraciones que sean a favor de los derechos humanos, la no discriminación, la paz y la convivencia.
Otros puntos que recoge el acuerdo son no convocar a las formaciones de extrema derecha en los encuentros de trabajo que se organicen con entidades o comprometerse a participar de forma “activa y conjunta” en conmemoraciones institucionales como la de las víctimas del Holocausto o la del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.
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