Sucesos
Casi 40 años después el “asesino” sigue suelto: la explosión de Òdena ha prescrito sin culpable
El caso Andreu Marcet volvió a la agenda pública por un repaso periodístico reciente: el asesinato en Òdena (1988)

Han pasado 37 años de la explosión de Òdena, el asesinato en Òdena que truncó la vida de Andreu Marcet, de 41 años, marido y padre de dos hijas. La noche del 7 de noviembre de 1988, al accionar la llave de su coche en el aparcamiento de la fábrica textil Brilen (término municipal de Òdena, cerca de Igualada), el vehículo estalló.
Así lo recogió la hemeroteca de El País: el estallido fue de tal magnitud que afectó a la zona y dejó a Marcet sin vida en el acto. Desde entonces, el caso Andreu Marcet se ha convertido en un símbolo de la justicia que no llega: sumario abierto Òdena, diligencias, hipótesis… y ninguna condena.
Qué sabemos hoy del caso Andreu Marcet
El repaso más reciente llega desde la sección “Sumari obert” del programa No ho sé (RAC1), que ha reconstruido el sumario abierto Òdena con datos de atestado, líneas de investigación y contexto. Allí se recuerda que la explosión se produjo cuando la víctima salía de su turno en Brilen y que, con el paso del tiempo, las líneas policiales planteadas (atentado, accidente por traslado de explosivos o acción dirigida) no cristalizaron en un juicio.
El programa apunta a detalles técnicos (artefacto bajo el asiento, análisis de explosivo, contexto local), y a dinámicas sociales de un municipio pequeño donde el miedo pudo frenar testimonios clave. El resultado, décadas después, es el mismo: crimen sin culpable.
Por qué prescribió un crimen sin culpable
En España, si no hay imputación firme ni juicio dentro de los plazos legales, los delitos graves pueden prescribir. En el caso Andreu Marcet, la instrucción no reunió pruebas concluyentes contra nadie y, llegada la fecha, el sumario abierto Òdena perdió recorrido penal. En términos periodísticos: hubo asesinato en Òdena, hubo investigación, pero no hubo autor judicialmente acreditado. La causa prescribió y el crimen sin culpable quedó fuera de los tribunales. (Contexto y cronología, según los repasos de hemeroteca y RAC1).
Memoria y preguntas pendientes
Más allá de los expedientes, la explosión de Òdena dejó un vacío familiar y comunitario. El caso Andreu Marcetreaparece cada cierto tiempo como recordatorio de que la verdad judicial no siempre llega. El trabajo reciente de reconstrucción periodística —conservador en lo técnico, prudente con los nombres y atento a los hechos— devuelve el foco a la noche del 7 de noviembre de 1988 y a la necesidad de respuestas. Hoy, el asesinato en Òdena sigue en el inventario de los casos que Cataluña no logró cerrar, un crimen sin culpable que el periodismo devuelve a la conversación pública cuando el tiempo de la justicia ya se ha consumido.