Historia

"Fortificar y consolidar la gloriosa unidad de la patria española": esto decía en realidad el documento fundacional del catalanismo político

Pedía, frente al centralismo, más autonomía para las provincias "para que de todas partes de la península salga la gloria y la grandeza de la nación española"

El documento fundacional del catalanismo político pretendía, en realidad, "fortificar y consolidar la gloriosa unidad de la patria española"
El documento fundacional del catalanismo político pretendía, en realidad, "fortificar y consolidar la gloriosa unidad de la patria española"Biblioteca de Cataluña

En el imaginario colectivo, el catalanismo político se ha asociado con reivindicaciones de autogobierno y, en tiempos más recientes, con la independencia. Sin embargo, en sus inicios, su vocación era plenamente autonomista y, lejos de cuestionar la unidad de España, pretendía fortalecerla a través de un modelo descentralizado, igual que ya había hecho otras veces. El primer documento político del catalanismo, el Memorial de Greuges de 1885, es prueba de ello.

España en el siglo XIX: centralismo y restauración

Antes de hablar del documento, es necesario entender el contexto en el que fue redactado. El siglo XIX fue un periodo convulso para España. Desde la Guerra de Independencia (1808-1814) hasta el final del siglo, el país estuvo marcado por conflictos entre absolutistas y liberales, guerras carlistas, la Primera República (1873-1874) y la posterior Restauración borbónica en 1874 con Alfonso XII. Este retorno monárquico estuvo dirigido por Antonio Cánovas del Castillo, quien estableció un sistema político basado en la alternancia bipartidista entre conservadores y liberales, en un marco de estabilidad institucional pero con un marcado centralismo.

Cataluña, mientras tanto, experimentaba una transformación económica profunda. La industrialización la había convertido en el motor económico de España, especialmente en el sector textil. La burguesía catalana dependía de medidas proteccionistas para defender sus productos frente a la competencia extranjera. Sin embargo, el gobierno central favorecía la firma de tratados de libre comercio con países como Gran Bretaña y Francia, lo que despertó una creciente oposición entre los industriales catalanes.

El Memorial de Greuges: origen y propósito

En este contexto, en 1885 el Centre Català, dirigido por Valentí Almirall, redactó un documento dirigido al rey Alfonso XII: la Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña, popularmente conocida como el Memorial de Greuges (Memorial de Agravios, en español). Este documento surgió como respuesta a la política económica del gobierno y a los intentos de unificación del derecho civil, que ponían en peligro las particularidades legales catalanas.

El Memorial de Greuges no fue obra de una sola persona, sino el resultado del consenso entre diversas entidades económicas y culturales catalanas. No era un documento separatista, sino una llamada a la descentralización y al respeto de la identidad catalana dentro de España. Se presentaba como una contribución para mejorar la unidad nacional a través del reconocimiento de las diversidades regionales.

Reivindicaciones del Memorial

El documento denunciaba el centralismo del gobierno y proponía un modelo regionalista similar al del Imperio Austrohúngaro o el Reino Unido, sin romper con la monarquía ni con la estructura del Estado. Entre sus principales demandas se incluían:

Protección económica: rechazo a los tratados de libre comercio que perjudicaban la industria catalana.

Respeto al derecho civil catalán: oposición a la unificación del Código Civil en toda España.

Revalorización de la lengua y cultura catalanas: se pedía que se permitiera su uso en el ámbito público y administrativo.

Mayor autonomía política: no se exigía independencia, ni nada parecido, sino una estructura descentralizada que permitiera a Cataluña gestionar algunos de sus asuntos.

El documento fue entregado en un acto presidido por Joaquim Rubió i Ors y contó con el apoyo de diversas entidades económicas y culturales. En él se afirmaba rotundamente:

"No tenemos, Señor, la pretensión de debilitar, ni mucho menos atacar la gloriosa unidad de la patria española; antes por el contrario, deseamos fortificarla y consolidarla; pero entendemos que para lograrlo no es buen camino ahogar y destruir la vida regional para substituirla por la del centro, sinoque creemos que lo conveniente al par que justo, es dar expansión, desarrollo y vida espontánea y libre a las diversas provincias de España para que de todaspartes de la península salga la gloria y la grandeza de la nación española.Lo que nosotros deseamos, Señor, es que en España se implante un sistema regional adecuado a las condiciones actuales de ella".

Inicio del Memorial de Agravios, en el que se reivindicaba mayor autonomía dentro de España, 1885

Consecuencias y legado

La muerte de Alfonso XII en 1885 redujo la efectividad política inmediata del Memorial. Sin embargo, su impacto en Madrid fue notable, pues representó la primera gran acción política del catalanismo en el ámbito estatal. Aunque no logró cambios inmediatos, sentó las bases para futuras reivindicaciones, como las Bases de Manresa de 1892, que desarrollarían una propuesta más avanzada de autogobierno.

El Memorial de Greuges, lejos de ser una proclama independentista, era un documento patriótico que defendía una España más fuerte a través del respeto a sus diversas identidades. Su objetivo era reformar el Estado desde dentro, fortaleciendo la unidad nacional a través de la descentralización. En un momento en que el debate sobre la organización territorial sigue vigente, este documento es un recordatorio de que el catalanismo político nació con una clara vocación de regeneración y unidad para España.

Presentación del Memorial al Rey Alfonso XII y a la reina, futura regenta, María Cristina
Presentación del Memorial al Rey Alfonso XII y a la reina, futura regenta, María CristinaGoogle