Malas previsiones

Cataluña tiene que pedir ayuda el Ejército español por tercer verano consecutivo ante la dura campaña de incendios

Las últimas lluvias han conseguido una tregua de dos semanas antes de restricciones más severas

Agentes de la UME trabajando en un incendio
Agentes de la UME trabajando en un incendioEuropa Press

Los Bomberos activarán la próxima semana la campaña de incendios forestales en Cataluña, en la que no bajan la guardia pese a la “tregua” por las abundantes lluvias de los últimos días, que retrasan la llegada de los momentos más complicados y alivian por ahora una situación que había hecho saltar las alarmas.

Y es que la sequía acumulada y las altas temperaturas de los últimos tres años habían llevado a una situación extrema, hasta el punto que en abril pasado se registraron incendios forestales con una velocidad de propagación propia de la etapa de mayor riesgo, por lo que se preveía una campaña forestal que podía llegar a ser “dantesca”, según ha indicado Pepe Pallars, de la unidad técnica del Grupo de Actuaciones Forestales de los Bomberos.

De hecho, como medida excepcional, la Generalitat ha adelantado este año la campaña forestal para activarla el próximo jueves, 1 de junio, y además la alargará hasta el 30 de septiembre, en previsión de que podía ser una de los veranos más complicados de los últimos años.

Sin que haya bajado el riesgo, especialmente para finales de junio, julio y agosto, las copiosas lluvias que han caído en Cataluña en los últimos días suponen una “tregua” que retrasará en unos quince días el inicio de la etapa de más peligro y, sobre todo, permite dar un “respiro” ante una previsión que se preveía difícil.

De hecho, los Bomberos ponen como ejemplo los incendios que estas últimas semanas se han registrado en algunos puntos de España -como por ejemplo en Extremadura- o en Francia, una situación que podría haber sucedido también en Cataluña de no haber llovido en mayo.

Para esta campaña forestal, los Bomberos de la Generalitat dispondrán de un total de 21 medios aéreos para la extinción: 5 aviones de vigilancia y ataque (AVA), 10 helicópteros bombarderos y 6 helicópteros de mando; así como un helicóptero de coordinación y cuatro helicópteros de rescate.

Además, también podrán contar con recursos del Ministerio para la Transición Ecológica, como 4 aviones AVA asignados a aeródromos catalanes y 6 aviones FOCA de gran capacidad, operados por el Ejército del Aire, situados en bases militares fuera de Cataluña y de asignación en caso de necesidad.

El verano del año pasado, un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa trabajaron en el incendio de Artesa de Segre, y cuentan con 28 vehículos.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Cataluña informaron de hubo sobre el terreno 45 efectivos y 14 camiones.

Otros 50 efectivos y 14 vehículos salieron desde la base de Valencia porque parte de las dotaciones de la UME de Zaragoza, que tiene como zona de actuación Cataluña.

En 2021, un incendio entre la Conca de Barberà y Anoia, hizo que la Generalitat pidiera ayuda al Estado para luchar contra el fuego. La Unidad Militar de Emergencias (UME) del ejército envió 56 efectivos y 26 vehículos desde la base de Zaragoza.

El dispositivo del ejército se sumó a los aproximadamente 300 efectivos de los Bomberos que están trabajando para extinguir el fuego de Santa Coloma de Queralt. En el incendio de la Ribera de Ebro, hace dos años, y en el del Empordà, en 2012, ya se solicitó el apoyo de la UME.