Cataluña
Los comunes dinamitan los Presupuestos tras el acuerdo PSC-ERC
Socialistas y republicanos escenifican el pacto de unas cuentas que el Govern llevará mañana al Parlament con la amenaza del "no" de la formación morada, que rechaza dar su apoyo si el ejecutivo no rechaza "para siempre" el Hard Rock
La euforia surgida del acuerdo presupuestario entre la Generalitat y el PSC anunciado esta mañana ha sido automáticamente desactivada por la líder de En Comú en el Parlament, Jéssica Albiach, que ha anunciado en rueda de prensa que su formación no dará apoyo a las cuentas. Los socialistas y los republicanos suman 66 escaños en el hemiciclo y necesitan un mínimo de dos diputados más que voten a favor de los Presupuestos para que puedan salir adelante. Sin el apoyo de los comunes -uno de los principales socios de ERC durante la legislatura-, sólo una sorpresa en forma de abstención de Junts o un giro de guión todavía más sorpresivo por parte de la CUP podría habilitar los Presupuestos. La encrucijada continúa, pues, en un punto similar tras la escenificación del acuerdo del ejecutivo con los socialistas, con el Hard Rock como principal traba para la mayoría progresista que pretende rearticular ERC.
A pesar del «significativo avance en las negociaciones» que se anunció tras las ejecutivas de ambos partidos de ayer, el pacto entre socialistas y republicanos ha llegado antes de lo pronosticado. A primera hora de esta mañana ya se conocían los principales puntos del acuerdo que han rubricado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder de la oposición, Salvador Illa, alrededor de las 16.15h de la tarde en la Sala de Diputats del Palau de la Generalitat. Este mismo texto se votará mañana a mediodía en el seno del ejecutivo y será trasladado, posteriormente, a la mesa del Parlament, que iniciará los trámites para su votación en la cámara.
En el acuerdo se proyecta destinar 7.435 millones de euros a la consejería de Educación -un 10% más respecto a las cuentas vigentes-; aumentar en 144 millones las partidas destinadas al departamento de Salud -36 de los cuales exclusivamente a la atención primaria-; incorporar 4.000 pisos nuevos al parque de alquiler social durante este 2024 y una partida de más de 1.000 millones para paliar los efectos de la sequía. El pacto firmado entre Illa y Aragonès también contempla un aumento del presupuesto en relación con la industria -reservado un relevante importe para el Catalunya Hub City, un proyecto de Hub Digital a implantar en Barcelona-, las universidades o infraestructuras relacionadas con el transporte. El documento también hace referencia a la creación de 25 nuevas unidades judiciales en Cataluña -exigencia de los socialistas- y contempla la creación de una comisión de seguimiento del acuerdo sin significativas modificaciones respecto a la establecida tras las últimas cuentas, también pactadas entre ambas formaciones. Llamativo, en cualquier caso, pues las acusaciones del PSC al Govern de «incumplimiento» del mismo han marcado la agenda del principal grupo de la oposición hasta esta misma semana, cuando han dado por válida la actuación gubernamental de ERC respecto a las cuentas del pasado curso.
El principal reclamo de la formación de Salvador Illa en este sentido era la no ejecución de las partidas acordadas respecto al Hard Rock en los Presupuestos de 2023. El PSC siempre ha defendido las bonanzas del macrocomplejo hotelero y de salas de juego que tiene previsto instalarse en la costa de Tarragona. Si los socialistas han aceptado que en el acuerdo recientemente firmado no se incluyan partidas destinadas al mismo se debe a que, como apuntan fuentes de la calle Pallars, en la formación cuentan con el «absoluto compromiso» del Govern de que se llevará a cabo el Hard Rock. El discurso de ERC se limita a admitir que hay una «amplia mayoría en el Parlament que está a favor del proyecto», y que no serán ellos quien la pongan en peligro pese a que ha sido ampliamente criticado en la calle Calàbria tanto internamente como a través de los medios de comunicación.
Los comunes, no obstante, no apoyarán los Presupuestos de la Generalitat si no se descarta el Plan Director Urbanístico del proyecto «para siempre». Según Albiach, «el Hard Rock perpetua un modelo de país caduco basado en la especulación, que nos acerca más al Madrid de Ayuso que a la Cataluña que queremos ser», y tampoco se ha mostrado entusiasta la diputada de la formación morada respecto al contenido del acuerdo, que considera «insuficiente» en materias como «educación, sanidad o vivienda». La CUP, contraria al proyecto con más contundencia si cabe que los comuns, ha animado a Albiach a formar un «dique de contención» contra el Hard Rock. Tampoco los anticapitalistas darán apoyo a los Presupuestos si no se termina con el macroproyecto.
Tras el rechazo al acuerdo por parte de PP, Cs y Vox -que ha anunciado una enmienda a la totalidad-, el Govern debe, una vez elevada la propuesta al Parlament, conseguir el apoyo de dos diputados más en las próximas semanas para que finalmente puedan aplicarse los nuevos Presupuestos. De persistir los comunes en no dar su brazo a torcer, hay quien apunta en los mentideros del Parlament que -algún retoque liberal mediante- podría ser Junts quien apretase el botón de la abstención, que le valdría al Govern para sacar adelante las cuentas en una segunda votación donde, fracasada la primera, únicamente se requiere de una mayoría simple.
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