Local
¿Cuál es la esperanza de vida en Barcelona? Datos actualizados y factores clave
La capital catalana mantiene una de las esperanzas de vida más elevadas del sur de Europa

La esperanza de vida en Barcelona es uno de los indicadores más estables y reveladores del estado de salud global de la ciudad. Según los últimos datos de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), correspondientes al informe La Salut a Barcelona 2024, este indicador se mantiene en niveles similares a los registrados antes de la pandemia, mostrando una evolución positiva pese a los desafíos sanitarios y sociales de los últimos años.
La esperanza de vida en Barcelona en 2024
En 2024, la esperanza de vida en Barcelona se situó en 87,5 años para las mujeres y 82 años para los hombres. Estas cifras confirman la tendencia histórica de mayor longevidad femenina, un patrón común en la mayoría de ciudades europeas. Pese a esta estabilidad, el informe subraya que siguen existiendo desigualdades territoriales significativas, ya que no todos los barrios disfrutan de la misma calidad de vida ni del mismo acceso a recursos sanitarios, sociales y ambientales.
Desigualdades territoriales: una brecha persistente
La esperanza de vida en Barcelona puede variar notablemente entre distritos y barrios. Las zonas con mayor vulnerabilidad socioeconómica continúan registrando valores inferiores a la media, mientras que los barrios con mejores condiciones de vivienda, recursos económicos y acceso a servicios suelen situarse por encima. Estas diferencias responden a factores estructurales como:
- Nivel de renta y empleo
- Calidad del entorno urbano
- Acceso a servicios de salud
- Prevalencia de enfermedades crónicas
- Exposición a contaminación y ruido
- Reducir esta brecha es uno de los principales retos de salud pública de la ciudad.
- Aire más limpio, más salud
El contexto físico también influye en la esperanza de vida. En 2024, Barcelona consolidó la mejora de la calidad del aire, especialmente en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂). Esta reducción se tradujo en una disminución del 28% de los nuevos casos de asma infantil atribuibles a la contaminación respecto a la situación prepandemia.
Un aire más limpio se asocia directamente a menos enfermedades cardiovasculares y respiratorias, dos de las principales causas de mortalidad, lo que puede contribuir a aumentar la longevidad de la población a medio y largo plazo.
Estabilidad en los indicadores de mortalidad
Otro dato clave es que la mortalidad global se mantuvo estable en 2023, recuperando los niveles previos a la Covid-19. Además, las muertes prematuras por tumores malignos continúan disminuyendo tanto en hombres como en mujeres gracias a programas de cribado, detección precoz y mejoras en los tratamientos. En mujeres, el cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte prematura, mientras que en hombres lo son los suicidios.
Barcelona mantiene una de las esperanzas de vida más elevadas del sur de Europa, con valores que superan claramente los 80 años en ambos sexos. Sin embargo, el desafío principal sigue siendo la desigualdad territorial, un factor que condiciona de forma decisiva la salud y la longevidad de miles de barceloneses.