Memoria histórica

La Generalitat invierte 50.000 euros en la restauración de la casa de Francesc Macià

Las obras y la musealización del espacio se espera que estén concluidas en 2026

Vilagrà durante su visita a la Casa Macià
Vilagrà durante su visita a la Casa MaciàGeneralitat

Uno de los símbolos del catalanismo, la que fuera residencia del presidente de la Generalitat Francesc Macià en Prats de Molló y que estuvo a punto de perderse para siempre, acaba de dar un paso importante para convertirse en un museo dedicado a la memoria del que fuera militar y político. La Generalitat acaba de anunciar, por cierto, a 24 horas del final de la campaña electoral, su implicación económica en el proyecto de preservación del espacio.

La vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà Pons, visitó esta mañana Prats de Molló para dar a conocer los avances que se están haciendo en la llamada Casa Macià. Para Vilagrà, la contribución económica del Govern en las obras es “un paso imprescindible para preservar la memoria histórica y el legado de quien fue uno de los presidentes más importantes de Cataluña”. A este respecto anunció una primera inversión de 50.000 euros con la que poder sacar adelante la primera fase de las obras rehabilitación. El objetivo, según la vicepresidenta, es convertir el edificio en un centro de interpretación de la historia de Cataluña, entre otras cosas porque la Casa Macià es "ejemplo de resistencia, exilio y solidaridad”. Una de las prioridades del museo es que “todas las visitas podrán hacerse una idea de lo que fueron los Hechos de Prats de Molló y de lo que supusieron por Cataluña, por la libertad y en este caso, por el anhelo de justicia y libertad que tenía el presidente Macià”. Los Hechos de Prats fueron el intento, por parte de Macià y Estat Català, de llevar a cabo una invasión militar en suelo catalán, promovido desde Francia, para conseguir la independencia. El complot fue un fracaso.

La vicepresidenta reivindicó el legado del presidente Macià "una persona que representaba los valores republicanos de compromiso con la lengua, la justicia social y la libertad de Cataluña". Vilagrà aprovechó para exponer la necesidad de hacer frente a quienes se oponen al catalán: “Durante la Guerra Civil y la dictadura prohibieron nuestra lengua y cualquier chispa de catalanidad. Hoy, en democracia, también nos han intentado silenciar, atacando nuestra lengua y represaliándonos. Pero no lo vamos a permitir”.