Traspaso de competencias

La Generalitat ningunea los acuerdos entre PSOE y Junts

ERC considera que los posconvergentes exageran respecto al acuerdo alcanzado con el Gobierno en materia de inmigración a pesar del apoyo del Govern al traspaso de competencias

El president de la Generalitat, Pere Aragonès
El president de la Generalitat, Pere AragonèsGoogle

La consellera de Presidencia del Govern de la Generalitat, Laura Vilagrà, ha asegurado esta mañana que el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, le trasladó ayer a través de una llamada telefónica que el acuerdo en materia de inmigración alcanzado entre PSOE y Junts durante la negociación de los decretos Ómnibus y anticrisis no se materializará, en cualquier caso, en forma de traspaso. "Me confirmó que no se trata de un traspaso, tampoco hay un pacto concreto en relación a lo que se delega", ha afirmado la consellera. "Lo único que existe es un compromiso del PSOE de impulsar una ley orgánica y un estudio legal sobre qué delegaciones pueden haber", ha explicado Vilagrà, a la par que tildaba al acuerdo de "muy difuso" e ironizaba: "Sabemos qué sucede cuando el PSOE utiliza el verbo impulsar". La portavoz de ERC, Raquel Sans, también ha reducido las dimensiones del acuerdo: "Es una declaración de intenciones en fase embrionaria".

El Govern ha defendido, asimismo, su voluntad de asumir las competencias en inmigración, pero no a cualquier precio: "La letra pequeña es importante, esta delegación debe hacerse de forma trabajada y con todos los recursos posibles", ha demandado la consellera. Sans ha ido más allá: "Tenemos experiencia en asumir determinadas responsabilidades y competencias que después no se traducen en un traspaso de los recursos necesarios por parte del Estado", ha expuesto. En la llamada telefónica con el ministro detallada por Vilagrà, la consellera pidió a Bolaños que la negociación se produzca entre gobiernos y no a través de un partido "que ya no forma parte del Govern". La opinión generalizada en el entorno de ERC es que Junts ha celebrado el acuerdo por adelantado, y fuentes próximas a la formación advierten que "hasta que las cosas no son concretas y no son tangibles, no son reales".

Vilagrà, por otra parte, ha matizado su apoyo a que la Generalitat cuente con instrumentos para poder regular los flujos migratorios: "Cataluña debe poder decir la suya en esta materia, por eso reclamamos recursos, por ejemplo, para abordar la situación de las personas que tienen permiso de residencia y no de trabajo, pero me parece peligroso el hecho de vincular el fenómeno de la multireincidencia con la inmigración". Aunque ha evitado acusar a Junts de coquetear con discursos extremistas, la consellera ha remarcado el hilo argumental del ejecutivo: "En la multireincidencia hay todo tipo de orígenes, colores y personas de todas partes" y ha reivindicado el "pacto antifascista" del Parlament que habilita a la Mesa a suspender el pleno ante cualquier consideración que vincule la inmigración con la delincuencia. Tampoco ha aclarado Vilagrà si desde el Govern consideran que Junts está incumpliendo este compromiso tras las últimas alegaciones de los posconvergentes en relación a esta materia.

Los republicanos aplauden, no obstante, que Junts haya optado por la vía de la negociación, aunque lamentan que ésta no se desarrolle de forma consensuada entre ambos partidos independentistas: "cuando constantemente atacas a tu compañero de viaje, no es fácil la coordinación", ha apuntado la portavoz de ERC. En relación a la batalla librada entre ambos en el Congreso, Sans opina que "hay un punto de injusticia" hacia su partido y que desde su grupo parlamentario están "centrados en conseguir resultados". Junts, por su parte, ha acusado al Govern de "menospreciar la delegación integral de competencias en migración". El portavoz de la formación, Josep Rius, ha asegurado que esto fue exactamente lo que se pactó entre el PSOE y los posconvergentes -que celebran mañana su Congreso Nacional- y ha criticado la inacción de ERC en sus negociaciones: «renunciar a las competencias en inmigración es renunciar a gobernar», concluyó el diputado.