Condenada
Laura Borràs, arrinconada en Junts tras las municipales y su cese en el Parlament
Además de la designación de Anna Erra, las victorias de Trias y del alcaldable de Sant Cugat afianzan el ala moderada del partido
Laura Borràs queda arrinconada en Junts tras las elecciones municipales del 28 de mayo y su reciente cese como presidenta del Parlament. Las victorias de Xavier Trias en Barcelona y el alcaldable en Sant Cugat, Josep Maria Vallès, entre otros, han afianzado y reforzado la influencia del ala moderada del partido, una resaca a la que se suma la candidatura de Anna Erra para la presidencia de la Cámara. Por contra, el sector más radical y afín a Borràs queda desplazado y pierde influencia en esta nueva etapa política que se avecina en Cataluña.
La todavía presidenta de Junts y su círculo más estrecho –con Francesc de Dalmases y Aurora Madaula a la cabeza– maniobraron para dejar vacío su puesto en el Parlament tras la retirada del escaño. Una operación fallida que frenó el sector oficialista, con Jordi Turull a la cabeza y Anna Erra como candidata de consenso entre los principales cuadros posconvergentes. La alcaldesa saliente de Vic acabó imponiéndose también a la propuesta final de Antoni Castellà, el último cartucho que usó Borràs y su círculo de confianza para tratar de designar un sucesor afín en el cargo. Y la candidatura de Madaula, mano derecha de Borràs en la Cámara y secretaria de la Mesa, cayó por su propio peso al no tener apoyo interno en la formación posconvergente.
Ahora, la presidenta de Junts se aferra al único puesto que le queda tras ser condenada a cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por designar contratos a dedo a un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2013 y 2018. El partido aprobó en su congreso un alambicado reglamento interno para proteger a la dirigente en caso de condena.
La decisión final sobre su puesto la debería validar una comisión de garantías si así lo fuerza la ejecutiva que dirigen la propia Borràs y Jordi Turull, una revisión que la dirigente rechaza de plano. Aunque hay sectores de Junts favorables a un relevo también en la presidencia del partido, Borràs dejó claro ayer que no prevé apartarse del cargo para el que fue elegida en el congreso de hace un año. «Yo tengo previsto ser presidenta del partido hasta el próximo congreso. No he expresado ninguna voluntad de modificar mi posición», remarcó Borràs, quien recordó que a una presidenta del partido «la votan los afiliados». «Lo que expresan nuestros afiliados es lo que cumplimos», zanjó en una entrevista en TV3 preguntada al respecto. Cabe recordar en este sentido que la posconvergente recurrió su condena por corrupción al Supremo, que deberá decidir sobre la sentencia en última instancia.
Por contra, el ala más moderada de Junts –y opuesta a los postulados de Borràs– sale reforzada y crece tras las mencionadas victorias de Xavier Trias en Barcelona y la recuperación en Sant Cugat. Dos plazas clave para los posconvergentes por su influencia y poder, especialmente en la capital catalana. Y Trias logró el primer puesto apelando al legado de Convergència y marcando distancias con la propia presidenta de Junts, con quien apenas quiso coincidir a lo largo de la campaña.
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