Sociedad

La mezquita de Piera (Barcelona) queda calcinada en un incendio bajo sospecha a pocas semanas de su apertura

El siniestro llega tras semanas de tensión por ataques a jóvenes tutelados

Mezquita calcinada en Piera
Mezquita calcinada en PieraObispado de Sant Feliu

Un incendio declarado en la madrugada del 12 de julio ha destruido completamente la nueva mezquita de Piera (Barcelona), apenas unas semanas antes de su prevista inauguración. El siniestro ha reabierto las heridas de un municipio que ya había experimentado graves episodios de violencia en mayo relacionados con un centro de menores tutelados.

A las 03:36 horas del sábado, la Policía Local de Piera recibió la alerta de un incendio en la mezquita ubicada en la carretera del Bedorc. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, encontraron una de las entradas del centro de culto en llamas, y pese a los esfuerzos de seis dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, el fuego se propagó rápidamente al resto del edificio.

El incendio fue controlado alrededor de las 04:10 horas. No se registraron víctimas ya que la mezquita, con capacidad para 500 personas, aún no había entrado en funcionamiento al estar pendiente de la licencia de actividad municipal. El fuego ha calcinado completamente el interior del recinto, que estaba totalmente habilitado para iniciar su actividad.

Investigación abierta

Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para esclarecer las causas del siniestro, sin descartar ninguna hipótesis, incluida la posibilidad de un acto intencionado. La Unitat Contra el Feixisme i el Racisme de Piera (UCFR) ha sido contundente en sus declaraciones, calificando el incendio como "un ataque contra la libertad religiosa, un acto islamófobo" y exigiendo una investigación "rápida, rigurosa y sin impunidad".

El Obispado de Sant Feliu de Llobregat también ha condenado públicamente el incendio, calificándolo de "violento y xenófobo" y afirmando que, según las primeras investigaciones, "unos individuos habrían accedido al recinto con gasolina y prendido fuego a parte de las instalaciones".

Antecedentes de tensión en mayo

Este incendio se produce en un contexto de graves tensiones sociales que marcaron a Piera en mayo de 2025. La localidad fue escenario de varios incidentes violentos relacionados con el centro de menores tutelados 'Castell de Fang'.

Los episodios comenzaron el 21 de mayo cuando un joven mayor de edad tutelado por la Generalitat resultó herido tras una agresión y tuvo que ser hospitalizado. Al día siguiente, 22 de mayo, fueron agredidos dos menores del centro tutelado al llegar en tren a Piera.

La escalada de violencia alcanzó su punto álgido en la madrugada del 24 de mayo, cuando un grupo de desconocidos atacó el centro de menores con líquido inflamable y piedras. El ataque, que se produjo mientras los menores y cuidadores dormían, causó daños materiales significativos, incluyendo ventanas rotas y un sofá quemado, aunque no se registraron heridos.

Los incidentes de mayo provocaron dos manifestaciones con mensajes contrapuestos que evidenciaron la división en el municipio:

El 24 de mayo, cerca de 200 personas se concentraron en Piera para denunciar los incidentes, con presencia de simpatizantes de Vox y el grupo Desokupa. Esta manifestación terminó a las puertas del centro de menores con proclamas contra los jóvenes tutelados.

Consecuencias y detenciones

Los Mossos d'Esquadra detuvieron a cinco personas el 2 de junio por su vinculación con las agresiones de mayo: cuatro vecinos de Piera (de 18, 19, 19 y 48 años) y un menor de edad. Las detenciones se produjeron por delitos de lesiones en diversos grados relacionados con las agresiones a los jóvenes tutelados.

El pleno del Ayuntamiento de Piera aprobó una moción en defensa de la convivencia y contra los discursos de odio, con el apoyo de todos los grupos municipales excepto Vox. La consellera de Derechos Sociales, Mónica Martínez Bravo, condenó los ataques señalando que "todo parece indicar" que estaban motivados por delitos de odio.

La alcaldesa de Piera, Carme González Anjaumà, ha expresado el apoyo del ayuntamiento a la comunidad musulmana afectada por el incendio y ha hecho un llamamiento a la calma mientras continúa la investigación. González ha intentado desvincular este incidente de los ataques de mayo, defendiendo que la comunidad musulmana "está muy integrada" en el municipio.