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Conferencia de Presidentes

Page y los presidentes del PP rechazan "el cupo separatista" mientras Illa pide “responsabilidad y solidaridad”

El presidente manchego, del PSOE, exige “una sola mesa de negociación” y alerta contra regímenes especiales: “El Estado está haciendo caja a costa de las comunidades”

Conferencia de Presidentes EUROPAPRESS

El debate sobre el modelo de financiación autonómica, hasta última hora rodeado de incertidumbre sobre si estaría o no en el orden del día de la Conferencia de Presidentes, ha terminado por ocupar parte de la cumbre celebrada este viernes en Barcelona. Aunque el presidente de la Generalitat y anfitrión del encuentro, Salvador Illa, ha pedido abordar el tema “con serenidad, responsabilidad y solidaridad”, los barones autonómicos del PP, y Emiliano García Page, presidente manchego del PSOE, han mostrado su rechazo frontal a la negociación de un modelo singular para Cataluña.

Y es que uno de los compromisos incluidos en el pacto de investidura de Illa con Esquerra Republicana fue precisamente avanzar hacia un sistema de financiación propio para Cataluña, un “cupo catalán” similar al vasco. Aunque Illa ha evitado referirse a ello explícitamente durante la cumbre, sus palabras han vuelto a insistir en la necesidad de revisar el actual modelo que, según él, "se tiene que revisar y reformar". Ha instado a los presidentes a superar el “ruido, los prejuicios y los estereotipos” para trabajar “por los intereses generales de esta España plural y diversa”.

Sin embargo, el rechazo a esa vía ha sido rotundo por parte de Emiliano García Page y de varios presidentes autonómicos del PP, que han recordado que lo que la Generalitat está negociando no es una reforma multilateral del modelo, sino un "acuerdo bilateral que amenaza con romper el principio de igualdad".

Page alza la voz

Una de las voces más duras contra el modelo singular para Cataluña ha sido la del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha vuelto a desmarcarse del discurso oficial de su partido. El dirigente socialista ha lanzado un aviso claro contra la tentación de crear “regímenes especiales” al margen del resto de comunidades. “Pedimos que haya una sola mesa de negociación y que se acabe con la política del ‘yo invito y tú pagas’ del Gobierno de España”, ha exigido Page, quien pide que solo haya un régimen común.

El presidente manchego ha afirmado que la financiación autonómica “es la clave de todos los temas y soluciones a los problemas”, y ha denunciado que “el Estado está haciendo caja porque acumula más ingresos que todas las comunidades autónomas”. Ha defendido también la condonación de la deuda autonómica, como la que se ha pactado para Cataluña, pero recordando que esta deuda se ha generado, ha dicho, “por la infrafinanciación”.

Los barones del PP, en contra

Al respecto la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha expresado que, aunque cree que es necesario acabar con este modelo “insuficiente, injusto y caducado y que asfixia a las comunidades”, su postura es la reforma de la financiación autonómica “frente al cupo separatista” y ha apostado por la “igualdad para todos los españoles”. Buruaga ha advertido de que Cantabria no va a permitir que el modelo de financiación “lo decidan los separatistas, porque España somos todos y el modelo de financiación se tiene que decidir entre todos, desde la multilateralidad y buscando el acuerdo, el máximo consenso”.

Por su parte, el presidente de Galicia, Alfonso Rueda, ha rechazado acuerdos bilaterales, “que romperían el principio de igualdad” en referencia a la condonación de la deuda que Sánchez pactó con ERC para Cataluña y las negociaciones entre la Generalitat y el Estado para establecer un nuevo modelo para Cataluña. El presidente andaluz, Juanma Moreno, por su parte, ha reclamado que hasta que no se apruebe un nuevo modelo “se cree un fondo transitorio de nivelación para equiparar a la media a las CC.AA. peor financiadas.

También el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha rechazado frontalmente que Cataluña reciba un trato singular. El dirigente popular ha advertido de que “romper el régimen común dando a Cataluña un sistema similar al cupo vasco es inconstitucional y supone más desigualdad”, y ha acusado al Gobierno de Sánchez de querer “castigar a las comunidades autónomas y a sus ciudadanos” al retener entregas a cuenta como mecanismo de presión.

Azcón ha cargado además contra el principio de ordinalidad, según el cual las comunidades con más renta deben seguir recibiendo más recursos, por ser, a su juicio, “insolidaridad”. También ha cuestionado la condonación de deuda pactada entre el Ejecutivo y los independentistas: “Mutualizar la deuda y privilegiar a quien no ha hecho los deberes es un grave error; lo justo es que cada uno asuma la suya”.

También se ha sumado a las críticas la presidenta de Extremadura, María Guardiola, quien ha reiterado su rechazo a la propuesta de condonación de deuda pactada bilateralmente entre el Gobierno y Esquerra Republicana, al considerar que no resuelve el verdadero problema: la insuficiencia estructural de recursos en las comunidades autónomas. Guardiola ha insistido en que esta medida no es equitativa y ha instado al Ejecutivo a desistir de aplicar una condonación selectiva que, en sus palabras, “no responde a los principios de solidaridad ni de igualdad entre territorios”.

La líder extremeña ha reclamado, en cambio, que se abra un proceso para reformar el sistema de financiación autonómica que garantice autonomía financiera, coordinación fiscal y solidaridad interterritorial. En este sentido, ha subrayado que la reforma debe hacerse desde la multilateralidad y no desde acuerdos particulares que, como el que afecta a Cataluña, pueden romper el equilibrio del sistema común y generar agravios comparativos.

En términos similares se ha expresado el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que ha urgido al Gobierno a abordar la reforma del sistema de financiación para que regiones infrafinanciadas como la Comunitat Valenciana puedan atender a sus ciudadanos “en igualdad de condiciones que el resto”. Mazón ha defendido un modelo “justo, solidario y equitativo”, en contraposición a los “privilegios, cupos e independencias fiscales”, en clara alusión al modelo de financiación singular que la Generalitat catalana está negociando con Moncloa.