Astronomía
Estos son los 5 objetos más peligrosos para el planeta, según la NASA
Uno de ellos liberaría la energía equivalente a mil bombas del Zar, la más potente creada hasta la fecha.
Unos 66 millones de años atrás nuestro planeta vivió una de las mayores catástrofes provocadas por un cuerpo estelar: el Chicxulub, de unos 12 kilómetros de diámetro, liberó la energía equivalente a la detonación de 72 billones de toneladas de TNT (la bomba del Zar, la más potente conocida hasta la fecha, liberó “apenas” unos 56 millones de toneladas) dejando una cicatriz de 180 kilómetros de ancho en lo que hoy es la Península de Yucatán en México. La consecuencia inmediata fue la desaparición de todos los dinosaurios (al menos los no aviares) y unas tres cuartas partes de las especies.
En un esfuerzo por prevenir colisiones catastróficas similares, el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA opera el sistema de monitoreo de impactos Sentry, que realiza análisis continuos y a largo plazo de posibles órbitas de asteroides potencialmente peligrosos. Y con base en ello tiene una lista de los cinco que mayor riesgo representarían para nuestro planeta.
El primero de ellos es un viejo conocido: Bennu (nombre completo: 101955 Bennu 1999 RQ36), descubierto en 1999 y con un tamaño de medio kilómetro de diámetro. Afortunadamente, para nosotros, el riesgo es a muy largo plazo. Los científicos de la NASA calculan que cuando Bennu se acerque a la Tierra el 24 de septiembre de 2182, hay una probabilidad del 0,037% (o 1 entre 2.700) de que el asteroide golpee nuestro planeta.
Si Bennu impactara en la Tierra, liberaría la energía equivalente a la detonación de 1.400 millones de toneladas de TNT, causando destrucción regional, pero sin el potencial de causar devastación global.
El segundo más temible es el asteroide 29075 (1950 DA), que se perdió tras su descubrimiento inicial en febrero de 1950 y fue redescubierto 50 años después. Tiene un diámetro de 1,3 kilómetros y estaría formado por escombros sueltos con un alto contenido de hierro y níquel. Actualmente, 1950 DA tiene una probabilidad del 0,0029% (o 1 entre 34.500) de impactar la Tierra el 16 de marzo de 2880. Eso sí, si el impacto se produce, liberaría la energía equivalente a 75 mil millones de toneladas de TNT, suficiente para desencadenar una catástrofe global que potencialmente podría acabar con la humanidad.
En el último lugar del podio tenemos al 2023 TL4, descubierto el año pasado. Es pequeño (0,33 kilómetros) y aún nos quedan casi cien años para encontrarnos con él: el 10 de octubre de 2119. A partir de observaciones recopiladas entre el 8 y el 19 de octubre de 2023, los astrónomos calcularon que 2023 TL4 tiene una probabilidad del 0,00055% (o 1 entre 181.000) de chocar con nuestro planeta. Si ello llega a ocurrir, liberaría la energía equivalente a 7.500 millones de toneladas de TNT.
El cuarto lugar lo ocupa un asteroide de tamaño similar al anterior: el 2007 FT3. Definido como un “asteroide perdido” porque los astrónomos no lo han visto desde 2007. La órbita de este objeto actualmente no está bien delimitada, pero la NASA predice que el asteroide tiene una probabilidad del 0,0000096% (o 1 entre 10 millones) de chocar contra nuestro planeta el 3 de marzo de 2030. Si esto ocurre, la energía liberada sería equivalente a 2.600 millones de toneladas de TNT, suficiente para causar daños regionales masivos, pero no para desencadenar una catástrofe global.
Por último, tenemos a otro asteroide perdido, el 1979 XB, descubierto en ese año. Con un tamaño que duplica los dos anteriores, podría impactar con la Tierra en 2113, pero no se ha vuelto a ver desde hace 40 años. Los expertos del CNEOS, señalan que la posibilidad es del 0,000055% (o 1 entre 1,8 millones) y liberaría una cantidad de energía equivalente a la detonación de 30 mil millones de toneladas de TNT.
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