Bomba del Zar
El vídeo con la mayor detonación nuclear de la historia que Rusia realizó en 1961
La carrera armamentística nuclear entre las grandes potencias que se inició en la Segunda Guerra Mundial alcanzó su punto máximo, desde el punto de vista tecnológico, 16 años después de la contienda. El 30 de octubre de 1961 Rusia detonó la Bomba del Zar, 3.300 veces más potente que la de Hiroshima y el doble que la B41, el arma nuclear más destructiva con la que ha contado Estados Unidos
La amenaza de un conflicto nuclear fue un temor con el que crecieron varias generaciones en la segunda mitad del siglo XX. Tras las detonaciones de Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial, la lista de países con armamento nuclear creció rápidamente. A Estados Unidos se le sumó la Unión Soviética en 1949, Reino Unido en 1952, Francia en 1960, China en 1964 e India en 1974. La carrera armamentística nuclear se mantuvo durante la Guerra Fría aunque comenzó a atemperarse con los primeros acuerdos para la limitación de cabezas nucleares en los años 70 y el mundo pudo comenzar a respirar con cierta tranquilidad tras la prórroga indefinida del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares ratificada en 1995, cuatro años después del desmembramiento de la URSS y el fin de la Guerra Fría.
El punto álgido de esta carrera nuclear entre grandes potencias, desde el punto de vista tecnológico, tuvo lugar en 1961. El 30 de octubre de aquel año Rusia demostró su poderío nuclear con la detonación de la Bomba del Zar sobre la Isla Severny del archipiélago ruso Nueva Zembla en el Océano Glacial Ártico.
Царь-бо́мба en ruso, de nombre clave Ivan y también conocida como AN62, la Bomba del Zar fue el arma nuclear más poderosa jamás creada. La bomba de hidrógeno desarrollada por un equipo de físicos nucleares bajo el liderazgo de Igor Kurchatov tenía una potencia de 50 megatones, lo que equivale a la energía liberada por la explosión de 50 millones de toneladas de trinitrotolueno o TNT.
Rusia comenzó a trabajar en esta bomba de fusión de hidrogeno de tres etapas en 1956. Su objetivo era más propagandístico y científico, una demostración de la tecnología nuclear rusa, que militar. El diseño realizado permitía elevar la potencia, teóricamente, hasta 100 megatones pero se consideró que era demasiado para los fines que tenía. Las enormes dimensiones de la Bomba del Zar, 27 toneladas de peso, 8 metros de longitud y dos de diámetro, la convertían en un arma muy poco práctica y, en cualquier caso, Rusia no tenía la capacidad de lanzarla sobre Estados Unidos.
El 30 de octubre de 1961 un avión Tupolev Tu-95, modificado y pintado con una pintura especial altamente reflectante, soltó la bomba sobre el cabo Sukhoy Nos de la Isla Severny desde una altura de 10.500 metros. La Bomba del Zar descendió durante tres minutos antes de explotar a una altura de 4.000 metros, momento en el que el Tupolev Tu-95 pilotado por el comandante Andréi Durnóvtsev se encontraba ya a 79 km de distancia.
Comparándola con otras armas nucleares, la Bomba del Zar multiplicó por más de 3.000 la potencia de la lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima (Little Boy, 16 kilotones), por más de 2.300 veces la de Nagasaki (Fat Man, 21 kilotones) y por dos la potencia de la B41, el arma nuclear de mayor potencia que ha tenido el ejército estadounidense. Sus 50 megatones equivalen a 10 veces la energía combinada liberada por todos los explosivos convencionales usados durante la Segunda Guerra Mundial y a un cuarto de la generada en la erupción del volcán Krakatoa en 1883, una de las mayores y destructivas de la historia.
La detonación de la Bomba del Zar generó una nube en forma de hongo de 67 km de altura, ocho veces más que la del monte Everest, que alcanzó la mesosfera. La base llegó a los 40 km de ancho y la parte superior los 95.
La enorme bola de fuego generada tuvo un ancho de 8 km y fue visible desde casi 1.000 km de distancia. Los científicos rusos esperaban que llegara a la superficie desde los 4 km de altura a los que explotó la bomba, pero la propia onda de choque lo impidió al rebotar en tierra. La onda expansiva dio la vuelta al mundo tres veces, rompiendo ventanas en países como Noruega y Finlandia. El calor generado por la explosión podía provocar quemaduras de tercer grado aún a una distancia de 100 km de la zona cero.
Aunque la prueba fue un éxito, Rusia no construyó ninguna otra Bomba del Zar y la carrera armamentística nuclear siguió la vía de los mísiles balísticos capaces de recorrer miles de kilómetros antes de alcanzar su objetivo.
En 2020, la agencia estatal rusa de la energía atómica (Rosatom) desclasificó el siguiente vídeo de la explosión de la “Bomba del Zar”:
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