
Vida
Científicos crean una forma de vida completamente nueva y superior a la creada por la naturaleza
Un equipo de científicos ha diseñado una bacteria con el código genético más eficiente jamás conocido, un avance que reescribe una de las reglas básicas de la vida al utilizar un 'alfabeto' genético notablemente reducido

La vida, tal y como la conocemos, se rige por un código genético universal. O al menos así era hasta ahora, pues un equipo de científicos ha logrado crear una bacteria de diseño cuyo código genético es más eficiente que el de cualquier otra forma de vida conocida. Bautizada como Syn57, esta cepa modificada de la popular bacteria E. coli funciona con un manual de instrucciones genéticas radicalmente simplificado, utilizando solo 57 codones, siete menos de los 64 que emplean el resto de seres vivos del planeta.
Para comprender la magnitud de esta proeza, conviene recordar que todas las formas de vida en la Tierra, desde la más simple ameba hasta el ser humano, utilizan un código genético compuesto por 64 «palabras» o codones para construir las proteínas a partir de únicamente 20 aminoácidos. Esta sobreabundancia de codones, que genera redundancias, ha sido considerada durante mucho tiempo por los biólogos como una ineficiencia de la naturaleza, un margen de mejora que la ciencia ahora ha conseguido explotar. Esta profunda comprensión del lenguaje de la vida no solo abre la puerta a la biología de diseño, sino que también nos permite desvelar el pasado, como demuestran los secretos que guarda el ADN de los antiguos egipcios.
De hecho, la creación de Syn57 ha sido una tarea de una complejidad extraordinaria. Los investigadores tuvieron que alterar más de 101.000 líneas de su código genético, un trabajo de reingeniería biológica sin precedentes, de acuerdo con la información recogida por Futurism, para conseguir que la bacteria no solo sobreviviera, sino que funcionara correctamente con un conjunto de instrucciones más escueto. El resultado es un organismo cuyo ADN opera con una lógica optimizada y distinta a la de todo lo que ha existido hasta la fecha.
Un hito que abre la puerta a la biología de diseño
Asimismo, este avance no surge de la nada, sino que representa la culminación de años de investigación en este campo. Ya en 2019, otro equipo científico había conseguido un hito notable al desarrollar una versión de E. coli que operaba con 61 codones. El nuevo organismo, Syn57, va un paso decisivo más allá, demostrando que es posible reducir todavía más los componentes básicos de la vida y abriendo la puerta a un futuro donde los organismos de diseño podrían desempeñar funciones completamente nuevas. Estos avances en la reingeniería biológica contrastan con los hallazgos sobre la asombrosa resiliencia natural de la vida, como el caso del gusano que revivió tras pasar 46.000 años congelado, demostrando el vasto potencial que aún encierra la genética.
En este sentido, las potenciales aplicaciones de esta tecnología son inmensas. La liberación de codones redundantes permite a los científicos reprogramarlos para que produzcan aminoácidos no naturales, lo que a su vez podría dar lugar a la creación de proteínas con propiedades inéditas. Esto abre un abanico de posibilidades para el desarrollo de nuevos fármacos, la fabricación de biocombustibles más eficientes o incluso el diseño de materiales inteligentes con capacidades autorreparadoras, marcando el comienzo de una nueva era en la biología sintética.
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