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Animales

Descubren la clave que volvió a los pterosaurios gigantes de 10 metros

Un nuevo estudio ha analizado los cambios anatómicos que permitieron crecer a los pterosaurios como lo hicieron hacia el final del mesozoico

Los pterosaurios de cola corta, como este Balaenognathus, estaban adaptados a una vida en el suelo. Esta extraña criatura tenía casi 500 dientes en forma de aguja en sus mandíbulas y probablemente los usaba para alimentarse por filtración de pequeños alimentos en aguas poco profundas, similar a los hábitos alimenticios de los flamencos modernos. Rudolf HimaEurekalert

Científicos de la University of Leicester acaban de publicar en Current Biology una investigación sobre la evolución de los pterosaurios que analiza cómo lograron convertirse en los gigantes que eran al final de la era de los dinosaurios. Estos animales llegaron a alcanzar 10 metros de envergadura, algo así como un bus pequeño. Para hacernos una idea, los animales voladores más grandes del presente son los albatros y apenas miden 3 metros de ala a ala. ¿Cómo lograron crecer tanto?

La respuesta ha resultado estar donde nadie buscaba. El verdadero límite a su crecimiento no estaba en su capacidad para volar, sino en la facilidad con la que caminaban cuando estaban en tierra. Tras analizar su anatomía, los expertos han logrado identificar cambios relevantes en las manos y pies de estas bestias mesozoicas. Tal vez fue esto lo que hizo de los pterosaurios los titanes en los que se acabaron convirtiendo, pero antes de abordar la cuestión conviene aclarar algunos conceptos.

Los verdaderos pterosaurios

La extrema popularidad de los dinosaurios se ha convertido en un arma de doble filo. La parte buena es que todos conocemos a grandes rasgos algunas especies, cuándo vivieron o por qué se extinguieron. La parte mala es que esa información está mezclada con todo tipo de disparates alejados de lo que la paleontología conoce. Uno de los más llamativos es considerar dinosaurios a los pterosaurios. Los dinosaurios vivieron durante casi 200 millones de años y a lo largo de ese tiempo existieron otras formas de vida que, no siendo dinosaurios, podían parecerse como son los famosos plesiosaurios, los ictiosaurios o los reptiles voladores.

Este árbol evolutivo ilustra la transformación de las manos de los pterosaurios al adaptarse de un estilo de vida trepador a uno más adecuado para el movimiento terrestre. Los primeros pterosaurios de cola larga, que dependían de la escalada, estaban limitados a tamaños corporales pequeños. En cambio, las especies posteriores de cola corta, adaptadas a caminar en tierra, pudieron crecer más, permitiendo que algunos alcanzaran tamaños gigantes.Rudolf HimaEureakelrt

Estos reptiles capaces de surcar los cielos son conocidos como pterosaurios y, a pesar de lo que pueden haber transmitido las películas, no eran una única especie, sino todo un orden. Podríamos decir que “EL pterosaurio” no existe realmente. De hecho, hasta la fecha los expertos han descubierto más de 150 especies diferentes. Algunos géneros diminutos como Nemicolopterus, que estaban por debajo de los 25 centímetros de envergadura. Otros como Hatzegopteryx que excedía los 10 metros de envergadura y la altura de una jirafa cuando estaba posado. Los pterosaurios prosperaron durante 160 millones de años, tiempo durante el que pudieron explorar todo tipo de estrategias de supervivencia.

Explorando la diversidad

La mejor manera para entender cómo ha evolucionado un orden como el de los pterosaurios es comparar todo lo que podamos los distintos ejemplares que lo componen, ordenándolos a lo largo del tiempo. Dado que de ellos solo tenemos sus esqueletos, parece que la comparación osteológica es la única realmente útil, así que los investigadores se pusieron a ello. Lo primero de lo que se percataron es que, en realidad, las manos y los pies de los pterosaurios habían experimentado un cambio radical desde sus primeros ejemplares a los últimos, concretamente en la longitud de sus huesos.

Las manos de los más antiguos tenían, en proporción, más largos los huesos del final de los dedos mientras que, en los más modernos, los huesos largos eran los primeros, los más cercanos al brazo. El punto de inflexión entre un tipo de mano y la otra parece haber tenido lugar durante el famoso Jurásico y, posiblemente, se tuvo que ver con su adaptación al suelo. Los primeros pterosaurios eran pequeños y livianos, tanto que podían agarrarse con facilidad a superficies verticales. Tenían vidas arbóreas y las manos más eficientes para quedarse enganchado largos periodos de tiempo sin fatigarse son como las que tenían, con dedos cortos largos en su extremo, pero cortos en su base. Podríamos decir que las manos y pies contrarios al que conviene para deambular con facilidad.

Otro detalle

Al mejorar su eficiencia caminando y no depender de los árboles, los pterosaurios pudieron aumentar su tamaño. De hecho, era una buena estrategia de supervivencia, ya que el suelo los hacía más vulnerables a los predadores. En cualquier caso, los expertos encontraron otro detalle más sutil. Porque, aunque los huesos son la apuesta segura, a veces se conservan tejidos blandos como sombras en la roca y, gracias a eso, conocemos más o menos cómo eran las membranas que unían las extremidades y la cola de estos animales.

Así es como repararon en otra diferencia entre los primeros y los últimos pterosaurios. Más o menos de forma simultánea a su cambio en los huesos de manos y pies tuvo lugar un cambio en la membrana que unía los cuartos traseros, que se separó, haciéndolos independientes. Podemos imaginarlo como caminar con una falda de tubo bien ajustada hasta las rodillas, o con pantalones, que tienen perneras independientes. Los pantalones (y en este caso dividir la membrana), aumentan la libertad de movimiento.

En palabras de uno de los investigadores, Robert Smyth: "Estos hallazgos subrayan la necesidad de examinar todos los aspectos de la locomoción de los pterosaurios, no solo el vuelo, para comprender completamente su evolución. Que los pterosaurios pudieran volar es solo una parte de su historia." – Robert Smyth.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • En realidad, aparte de los muy variados tamaños que mostraban los pterosaurios, también exhibían una gran diversidad de comportamientos. Algunos eran cazadores, otros pescadores y, otros, llegaron incluso a desarrollar un sistema de alimentación por filtración similar al de los modernos flamencos 120 millones de años antes que ellos.

REFERENCIAS (MLA):

  • ‘Hand and foot morphology maps invasion of terrestrial environments by pterosaurs in the mid-Mesozoic’ will be published in Current Biology, DOI: 10.1016/j.cub.2024.09.014 Link: https://doi.org/10.1016/j.cub.2024.09.014