Zoología
Descubren un tiburón naranja y no es un truco
Se trata del primer espécimen conocido con xantismo, una rareza en animales marinos que, se suponía, afectaba su esperanza de vida. El tiburón también presenta albinismo.
Parecía un viaje de pesca habitual en aguas del Parque Nacional Tortuguero, en Costa Rica, cuando Garvin Watson se encontró con una sorpresa: un tiburón nodriza(Ginglymostoma cirratum) completamente naranja.
El tiburón fue capturado a 37 m de profundidad y con una temperatura del agua de 31,2 °C. Se trataba de un especímen adulto, de aproximadamente 2 metros de largo que destacaba por su intensa pigmentación amarillo-naranja y ojos blancos, lo que indica una condición conocida como albino-xantocromismo.
El tiburón nodriza presentaba una misteriosa afección llamada xantismo, o xantocroísmo, que aumenta la pigmentación amarilla de la piel. Si bien los científicos han registrado xantismo en varios animales, como ranas, aves y peces. Si bien algunos animales normalmente son amarillos y anaranjados, estos colores son más prominentes en los individuos xánticos de estas especies, pero este es el primer caso de un tiburón nodriza con este rasgo.
Los tiburones nodriza suelen tener un color entre amarillo y gris parduzco. Se han reportado ocasionalmente coloraciones inusuales en esta especie, como albinismo (caracterizado por la ausencia total de pigmentación de melanina en la piel y el iris) y posible xantismo, pero nunca antes se había documentado científicamente un tiburón nodriza xántico.
Los autores del estudio entrevistaron a Watson y estudiaron fotos del tiburón. Observaron que el animal carecía del iris negro típico de los ojos de tiburón y concluyeron que probablemente era albino y xántico. Un estudio de 2018 documentó esta condición combinada, conocida como albino-xantocromismo, en una especie de raya (Raja montagui) que se encuentra en el Mar de Irlanda.
Los autores del estudio, liderados por Marioxis Macías-Cuyare, siguen analizando las causas de la pigmentación anormal en los tiburones. Estas condiciones suelen estar asociadas con la genética, pero factores como el estrés ambiental, las temperaturas elevadas y los desequilibrios hormonales también pueden contribuir a los diferentes colores, según el estudio.
Macías-Cuyare afirmó que el xantismo suele ser genético, pero se necesita más investigación para comprender las condiciones que influyen en el comportamiento del tiburón.
También es curioso que este depredador haya podido sobrevivir durante años. Los animales evolucionan para adoptar colores específicos para sobrevivir mejor en sus entornos, por lo que ser de un naranja brillante cuando la especie no está destinada a serlo normalmente sería un obstáculo. En este caso, el tiburón ha llegado a la edad adulta y no parece haberse visto afectado por su color inusual.
“Muchos factores influyen en esto, como el entorno, pero todo sigue siendo especulativo hasta que se investiguen las variables que podrían influir en esta condición genética”, concluye Macías-Cuyare.