
Astronomía
El descubrimiento que divide a la ciencia: el corazón de la Vía Láctea esconde un enigma que desafía todo lo que creíamos saber
¿Materia oscura o miles de estrellas de neutrones? Un nuevo estudio aviva el debate sobre el origen del enigmático brillo del centro de la Vía Láctea, un misterio cuya solución podría llegar desde el observatorio de La Palma

El corazón de la Vía Láctea sigue guardando uno de sus secretos más fascinantes. Un misterioso brillo de rayos gamma emana de su centro desde hace décadas, y un reciente estudio ha supuesto un jarro de agua fría para quienes esperaban una pronta resolución. La investigación, publicada en Physical Review Letters, concluye que las dos principales hipótesis que intentan explicar el fenómeno son, con los datos actuales, indistinguibles. La ciencia se encuentra, por tanto, en un punto muerto que mantiene un enigma sin resolver.
De hecho, la encrucijada no podría ser más profunda, ya que enfrenta dos visiones radicalmente opuestas del universo. Por un lado, la opción más revolucionaria sugiere que el resplandor es el resultado de la colisión de partículas de materia oscura, ese componente invisible que teóricamente constituye la mayor parte de la masa del cosmos. Por otro, la explicación más conservadora atribuye el brillo a la actividad de miles de púlsares, estrellas de neutrones que giran a gran velocidad. El nuevo análisis confirma que, por ahora, son dos explicaciones igual de probables. La energía liberada por estos cuerpos celestes puede crear estructuras asombrosas, como la nebulosa conocida como la mano cósmica que la NASA ha observado en detalle.
En este sentido, los investigadores emplearon una novedosa técnica de simulación para intentar decantar la balanza. Crearon un mapa que predecía la distribución de la materia oscura en el centro galáctico y lo compararon con los datos reales recogidos durante años por el Telescopio Espacial Fermi de la NASA, tal y como han publicado en Futurism. El resultado fue frustrantemente ambiguo: el patrón observado encajaba tanto con la simulación de la materia oscura como con la presencia masiva de púlsares.
La esperanza para resolver el misterio tiene acento español
Sin embargo, la comunidad científica ya tiene la vista puesta en la que podría ser la herramienta definitiva para zanjar el debate. Se trata del Cherenkov Telescope Array (CTA), un futuro observatorio que promete captar imágenes del universo con una sensibilidad y resolución sin precedentes. Este proyecto de envergadura contará con una notable participación española y una de sus dos sedes estará ubicada en el Roque de los Muchachos, en La Palma.
Asimismo, este ambicioso complejo no se limitará a Canarias, pues su red de sesenta telescopios se completará con una segunda instalación en el desierto de Atacama, en Chile. Mientras el CTA se convierte en una realidad, los astrónomos no se quedan de brazos cruzados. Para buscar pistas adicionales que ayuden a desentrañar el misterio, también investigan galaxias enanas vecinas a la nuestra, sistemas estelares mucho más pequeños que podrían ocultar la clave de este resplandor cósmico.
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