Espacio

Se ha despertado un agujero negro 100 millones más masivo que el Sol y nunca habíamos visto algo así

Un estudio del ESO ha observado por primera vez en tiempo real el despertar de un agujero negro en el corazón de una galaxia

A finales de 2019, la galaxia SDSS1335+0728 comenzó a brillar más que nunca y fue clasificada como una galaxia con un núcleo galáctico activo. Es la primera vez que se observa el despertar de un agujero negro masivo en tiempo real. Esta impresión artística muestra el disco creciente de material siendo atraído por el agujero negro mientras se alimenta del gas disponible en su entorno, haciendo que la galaxia brille.
A finales de 2019, la galaxia SDSS1335+0728 comenzó a brillar más que nunca y fue clasificada como una galaxia con un núcleo galáctico activo. Es la primera vez que se observa el despertar de un agujero negro masivo en tiempo real. Esta impresión artística muestra el disco creciente de material siendo atraído por el agujero negro mientras se alimenta del gas disponible en su entorno, haciendo que la galaxia brille.ESO/M. KornmesserEurekalert

SDSS1335+0728 es un nombre bastante feo para una galaxia, la verdad. Quién podría imaginar que, tras esa concatenación de letras, números y símbolos, se encuentra uno de los objetos astronómicos más interesantes que hemos observado jamás. Hemos sido testigos del despertar de un monstruo de proporciones cósmicas. El momento en que un agujero negro supermasivo ha empezado a engullir sus alrededores y así es como lo cuentan los investigadores: el despertar de un agujero negro en tiempo real. Algo que sabíamos que predecía nuestra física, pero que no habíamos observado todavía.

El artículo ha sido publicado en la revista Astronomy & Astrophysics por un grupo de investigadores del ESO (European Organisation for Astronomical Research in the Southern Hemisphere). Y es que, para analizar este suceso, los expertos han utilizado el VLT, un telescopio localizado en el desierto de Atacama, en Chile, cuyas siglas responden a las palabras “Very Large Telescope” o, en castellano: Telescopio Muy Grande. Así de descriptivos son los astrónomos, porque hay que reconocer que, efectivamente, el VLT es un artefacto tan grande como potente. Y menos mal, porque gracias a ello hemos podido ser testigos de cómo se activa un agujero negro de 106 millones de veces la masa del Sol.

Un agujero de tamaño considerable

Hace tiempo que sabemos que, en el centro de las galaxias, se pueden encontrar agujeros negros masivos, a veces inactivos, pero otras veces activos, engullendo materia. En nuestro caso, el agujero negro en el corazón de nuestra galaxia recibe el nombre de Sagitario A* (donde ese asterisco se pronuncia como “estrella”). Hablamos de un agujero negro inactivo y con la masa de 4 millones de soles como el nuestro, bastante diferente a SDSS1335+0728. Ahora bien. ¿Cómo podemos estar tan seguros de que hemos visto su despertar? ¿Qué hemos observado directamente? Porque los agujeros negros no son algo fácil de ver “a simple vista”.

Empecemos aclarando qué es un agujero negro. Podemos definirlo como una región del espacio tiempo donde la gravedad es tan elevada que ni siquiera la luz puede escapar de ella. Normalmente, se producen por el colapso de estrellas moribundas, cuyo combustible nuclear se agota, reduciendo la fuerza de expansión que ejerce desde el centro de la estrella, de tal modo que la gravedad acaba venciendo, reduciendo al astro a un pequeño radio extremadamente denso.

Una luz inquietante

En realidad, esta historia empieza en 2019, cuando los investigadores estaban observando la galaxia SDSS1335+0728. A finales de este año, la galaxia empezó a brillar bastante más de lo normal. Aquello podría haberse debido a algún evento relativamente frecuente, pero había algo diferente: duró demasiado. Las galaxias pueden aumentar su brillo cuando una de sus estrellas se convierte en supernova o, por ejemplo, cuando una se acerca demasiado al horizonte de sucesos de un agujero negro y es “despedazada” por su gravedad, lo que conocemos como “disrupción de marea”. El problema es que estos sucesos duran apenas unos pocos días, cientos de días como mucho, pero el brillo de SDSS1335+0728 va mucho más allá. Su luminosidad se ha mantenido más alta de lo normal durante más de cuatro años.

En palabras de una de las investigadoras de este estudio, Paula Sánchez Sáez: "Independientemente de la naturaleza de las variaciones, esta galaxia proporciona información valiosa sobre cómo los agujeros negros crecen y evolucionan”. Porque saber más sobre otros agujeros negros masivos nos hará comprender mejor el nuestro, su futuro y las implicaciones que tiene para nuestra galaxia. A lo que Sánchez Sáez añade: “esperamos que instrumentos como MUSE en el VLT o los del próximo Telescopio Extremadamente Grande (ELT) nos ayuden a comprender por qué la galaxia se está iluminando".

Sea como fuere y, aunque siempre hay cierto margen para la duda, podemos estar bastante seguros de que estamos ante el primer caso documentado de un agujero negro masivo activándose en tiempo real. De hecho, los investigadores lo tienen tan claro que ya han reclasificado el núcleo de SDSS1335+0728 y ahora consta como “activo”.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Los agujeros negros no siempre son el resultado del colapso de una estrella supermasiva. Precisamente, el origen de estos objetos es uno de los temas más interesantes del campo, desentrañando si existe tal cosa como los agujeros negros primordiales.

REFERENCIAS (MLA):

  • “SDSS1335+0728: The awakening of a 106M black hole published in Astronomy & Astrophysics (https://aanda.org/10.1051/0004-6361/202347957).