Medicina
Este nuevo biomaterial podría acabar con la artrosis y regenerar cualquier cartílago
Una nueva sustancia probada en ovejas promete recuperar el cartílago dañado en seres humanos
Nuestro cuerpo es capaz de sanar. Con descanso, una buena alimentación y tiempo logra reparar tejidos dañados, cerrar heridas y devolver las funciones a sus órganos. Sin embargo, no todo es recuperable. Si perdemos un dedo, nuestro cuerpo no podrá hacer que nos crezca uno nuevo. Hasta aquí todo es bastante intuitivo, pero hay un detalle más: algunos tejidos no son capaces de repararse. A nuestra piel le resulta sencillo cerrar heridas e, incluso, hacerlas desaparecer. Las células del hígado o del hueso, por ejemplo, se reparan igual de bien. Sin embargo, quien haya tenido problemas en el cartílago sabe que nuestras articulaciones no son tan afortunadas.
Y esa es la principal complicación de algunas enfermedades donde el cartílago se ve comprometido. Por eso no sabemos cómo revertir la artrosis, por eso cambiamos articulaciones muy dañadas por prótesis de titanio, por eso cuesta tanto curar ligamentos rotos, como el famoso ligamento cruzado anterior que sufre tanto en las rodillas de los deportistas. Por suerte, un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences por la Universidad de Northwestern ha encontrado la manera de recuperar el cartílago perdido gracias a un nuevo biomaterial. Con él han sido capaces de regenerar el cartílago de las rodillas en varios individuos. Aunque claro… estos estudios todavía son muy iniciales, tanto que, cuando hablamos de “individuos” no nos referimos siquiera a personas, sino a ovejas.
El colágeno
Los motivos son muchos, pero, entre ellos, encontramos la pobre vascularización del cartílago. La sangre no llega demasiado bien a él y, por lo tanto, no le resulta tan sencillo obtener alimento, oxígeno y otras sustancias importantes para la reparación. Por otro lado, no todos los cartílagos son iguales. Estos están formados por células llamadas condrocitos, pero sobre todo por una matriz extracelular: una sustancia en la que nadan las células, como quien dice. Y, entre las moléculas que componen esa matriz se encuentra el colágeno. Ahora bien, no es lo mismo el colágeno 1 que el 2 o el 3.
Hay cinco tipos con distintos niveles de resistencia y flexibilidad. Algunos están presentes en los huesos, otros son fundamentales para nuestra piel y, otros, para el cartílago. La cuestión es que no es igual de fácil sintetizar cada uno de esos colágenos y podemos verlo con claridad en nuestra piel. Cuando una herida cicatriza, la piel que la cubre es diferente a la del resto de nuestro cuerpo: cambia su color, su grosor y, lo que más nos interesa ahora: su elasticidad.
La fórmula mágica
Lo que han hecho estos investigadores aborda el problema desde una perspectiva más detallada, teniendo en cuenta la bioquímica que interviene en la producción del cartílago y de su mantenimiento. De ese modo, el biomaterial no es otra cosa que un ambiente favorable para la reparación del cartílago y, por ahora, funciona. El nuevo biomaterial comprende dos componentes: un péptido bioactivo que se une al factor de crecimiento transformante beta-1 (TGFb-1), (activando a ésta, que es esencial para el crecimiento y mantenimiento del cartílago) y ácido hialurónico modificado, que es un componente fundamental de las articulaciones y el líquido sinovial que las lubrica.
Esta combinación de sustancias promueve que los elementos que constituyen el cartílago se organicen formando fibras que imitan la estructura normal del cartílago. Estas fibras funcionan como si fueran un andamio, permitiendo que el cuerpo produzca nuevo cartílago sobre ellas. Y, más allá de la teoría, los investigadores han logrado llevarlo a la práctica con ovejas, cuyas rodillas son suficientemente parecidas a las nuestras. En tan solo seis meses, los investigadores observaron que la reparación estaba mejorando, incluyendo el crecimiento de nuevo cartílago que contiene biopolímeros naturales (como colágeno II y proteoglicanos), lo cual permite mejora las propiedades mecánicas de las articulaciones y reduce el dolor.
Por ahora, esta línea de investigación es demasiado reciente como para ser aplicada a seres humanos, pero promete obtener buenos resultados una vez de el salto. De lograrlo, podríamos decir adiós a enfermedades relacionadas con la degeneración del cartílago. Esas patologías relacionadas con la edad y que son culpables de la pérdida de movilidad a medida que envejecemos. Si los ancianos se mueven más lento, con menos agilidad y con dolor no es por el mágico efecto del tiempo, sino por cómo, durante los años, se degradan los cartílagos y los huesos empiezan a rozar entre sí. Por supuesto que hay más motivos, pero si logramos abordar la degeneración del cartílago habremos cambiado radicalmente la calidad de vida en la tercera edad.
QUE NO TE LA CUELEN:
- El uso de ovejas no es porque sea más fácil obtener buenos resultados en sus rodillas, ni mucho menos. Los animales más pequeños tienen reparan sus cartílagos con más facilidad. Las ovejas, en cambio, tiene el tamaño ideal, con rodillas relativamente similares a las nuestras y, por lo tanto, son uno de los modelos animales más parecidos al ser humano que podemos encontrar para esta investigación.
REFERENCIAS (MLA):
- A bioactive supramolecular and covalent polymer scaffold for cartilage repair in a sheep model “Proceedings of the National Academy of Science”10.1073/pnas.2405454121
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