Hallazgos

Hallan un huevo de un posible dinosaurio en Argentina: “este hallazgo es excepcional y espectacular”

El descubrimiento de un huevo fosilizado en la Patagonia argentina, posiblemente de un dinosaurio carnívoro, se ha convertido en uno de los hallazgos paleontológicos más llamativos de los últimos años

Huevo
HuevoFreepik

La Patagonia vuelve a ofrecer un vistazo privilegiado al pasado remoto. En la provincia de Río Negro, un grupo de paleontólogos argentinos descubrió recientemente lo que podría ser un huevo de dinosaurio en un estado de conservación sorprendente. El hallazgo tuvo lugar durante la Expedición Cretácica I, un proyecto impulsado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con el apoyo de la Fundación Azara y National Geographic.

El hallazgo no solo sobresale por su valor científico, sino también por el modo en que se vivió: transmitido en directo, ante miles de espectadores que seguían la excavación a través de internet. Esa conexión espontánea entre ciencia y público amplificó la emoción del momento y permitió compartir, casi en tiempo real, un descubrimiento que recuerda por qué la Patagonia sigue siendo una de las regiones más fértiles del planeta para estudiar la historia de la vida.

El huevo fue encontrado por tres integrantes del equipo en una zona de sedimentos del Cretácico superior, datada en unos 70 millones de años. Según explicó a National Geographic el paleontólogo Gonzalo Muñoz, técnico del Museo Argentino de Ciencias Naturales, “fue una total y absoluta sorpresa. No es común encontrar un huevo de un posible dinosaurio carnívoro, y mucho menos en ese estado. La felicidad fue espectacular para todo el equipo”.

La pieza, de forma elíptica y con una superficie ornamentada, podría pertenecer a un terópodo, el grupo de dinosaurios carnívoros del que evolucionaron las aves. Su cáscara delgada y delicada hace que su preservación sea extraordinaria: estos huevos suelen desintegrarse con el paso del tiempo, lo que explica la rareza del hallazgo. “Los huevos de dinosaurios carnívoros son más frágiles, con cáscaras muy finas, más propensos a destruirse. Por eso este hallazgo es tan excepcional y espectacular”, subrayó Muñoz.

El equipo aún no ha determinado si el huevo conserva restos embrionarios, aunque no descarta la posibilidad. En los próximos meses será sometido a estudios mediante microtomografía computarizada, una técnica que permite observar el interior del fósil sin dañarlo.

De encontrarse un embrión, el hallazgo abriría una ventana única sobre la biología reproductiva de los dinosaurios carnívoros y su conexión con las aves modernas. “Podría ayudarnos a entender cómo evolucionaron los huevos y qué características compartían con los primeros pájaros”, explicó Muñoz en declaraciones al medio científico.

Si se confirma la presencia del embrión, sería uno de los pocos casos documentados en Sudamérica y permitiría identificar con precisión a qué linaje pertenecía el animal, aportando información inédita sobre el final de la era de los dinosaurios en el hemisferio sur.

Patagonia, tierra de gigantes

Argentina ocupa un lugar destacado en el mapa mundial de la paleontología: es el tercer país con mayor número de especies de dinosaurios conocidas, solo por detrás de China y Estados Unidos. Desde los trabajos pioneros de Florentino Ameghino en el siglo XIX hasta los descubrimientos de José Bonaparte en el XX, la Patagonia se ha consolidado como un auténtico laboratorio natural para el estudio de vertebrados fósiles.

Los yacimientos de Río Negro, Neuquén y Chubut han permitido describir especies emblemáticas como el Carnotaurus sastrei o el Patagotitan mayorum, uno de los dinosaurios más grandes del planeta. El huevo ahora descubierto se suma a esa tradición, pero aporta una pieza escasa en el registro fósil: la evidencia directa de reproducción en dinosaurios carnívoros del Cretácico.

Más allá de su relevancia científica, el hallazgo ha destacado por su componente humano. La excavación fue retransmitida en directo, un formato poco habitual en la paleontología, y la respuesta del público superó todas las expectativas. “Pensamos que no iba a interesar porque los materiales eran pequeños y delicados, pero recibimos mensajes alentadores de todas partes”, relató Muñoz. Algunos colegios incluso siguieron la excavación en clase, demostrando el poder divulgativo de la experiencia.

El huevo y los demás fósiles extraídos, entre ellos dientes de mamíferos y vértebras de serpientes, fueron trasladados al Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, donde serán preparados y analizados antes de regresar a su lugar de origen. Según la legislación argentina, todos los fósiles deben volver a la provincia donde fueron hallados, en este caso al Museo Patagónico de Ciencias Naturales, en General Roca.