Emtrevista

Ciencia Under-35: Alba Sánchez Montalvo, de un pequeño pueblo de Granada a Marte

Esta científica española, experta en Inmunología Molecular y Celular, ha sido seleccionada para participar de una simulación de viaje a Marte por la Mars Society.

Alba Sánchez Montalvo
"Desde pequeña siempre he sido muy curiosa", señala Sánchez Montalvo Alba Sánchez MontalvoAlba Sánchez Montalvo

Como mínimo resulta paradójico o quizás sea apenas una casualidad, pero visto con retrospectiva, llama la atención. El 11 de febrero de 1902, en Bruselas, la policía reprimió a un grupo de mujeres que se manifestaban por el voto femenino. Ese mismo día, pero 113 años después, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró esa fecha como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Y es precisamente en Bruselas donde se encuentra Alba Sánchez Montalvo, máster en Investigación en Inmunología, actualmente terminando su doctorado en Ciencias Biomédicas en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y parte del equipo seleccionado por la Mars Society para simular un viaje a Marte.

Alba, nacida en Graanada, en 1996 pasó la mayor parte de su infancia en Atarfe, se graduó en Biotecnología por la Universidad de Granada, completó un máster en Investigación y Avances en Inmunología Molecular y Celular y actualmente está terminando su doctorado en Ciencias Biomédicas y Farmacéuticas en Bruselas. Gracias a un proyecto entre su actual universidad y la Mars Society, cada año ocho jóvenes que pasan un extenso proceso de selección, tienen la oportunidad de viajar a Utah (EEUU) y formar parte de una simulación del entorno marciano a lo largo de dos semanas, desarrollando en ese lapso, diferentes estudios científicos.

“Es parte de un programa de la Universidad de Lovaina y la Mars Society de Estados Unidos – nos explica Sánchez Montalvo en conversación telefónica -. Esta organización tiene una instalación para simular la exploración en la Tierra de Marte, es lo más parecido y simula las condiciones. Se trata de un proyecto que se lleva a cabo cada año desde 2010”.

Esta científica andaluza se enteró de que había sido seleccionada en mayo del año pasado, pero no fue hasta octubre, cuando terminó el proyecto de 2023, cuando pudo decirlo públicamente. Durante ese lapso conoció a su equipo, intercambiaron información sobre los proyectos individuales y comenzaron a prepararse para “viajar a Marte”.

“La simulación es del 31 de marzo al 14 de abril – añade Sánchez Montalvo - y durante ese tiempo nos dedicamos a la experimentación, el cuidado de la instalación… En la estación, además de tener el paisaje ideal, estaríamos incomunicados, agua y comida limitada, trajes espaciales para hacer salidas al exterior y lo que requiera nuestro experimento. Mi experimento trata de cómo los viajes espaciales afectan al sistema inmunitario. Se ha visto que estos viajes generan una respuesta inflamatoria. Yo voy a recoger muestras de sangre y saliva y analizar diferentes parámetros”.

Este tipo de investigación es fundamental para la exploración espacial, no solo porque aporta importantes datos vinculados a la logística de la comunicación, la disponibilidad de agua, alimentos y fuentes de energía. Es fundamental comprender cómo nos afectará una gravedad diferente, la radiación, el aislamiento… Por ello no es extraño que Sánchez Montalvo no sea la única que se centró en la salud.

“Cuando nos conocimos con los otros candidatos – confirma desde Bruselas -, nos dimos cuenta de que muchos compartíamos intereses y parte de la investigación. Cuatro de nosotros nos unimos y vamos a participar de un estudio más grande, ya que los estudios individuales podían interferir. Así vamos a estudiar el efecto de un probiótico en el organismo, el Lactobacillus helveticus y cómo afecta a nuestro cuerpo. Vamos a tomar este probiótico durante esta experiencia. Un grupo de cuatro lo tomará y otros cuatro no. Y veremos qué efectos produce”.

La investigación se aprovechará de que haya hombres y mujeres para analizar los diferentes efectos en el sistema inmune de cada género. Las mujeres, por ejemplo, son cuatro veces más propensas a tener enfermedades autoinmunes, algo que a Sánchez Montalvo le interesa mucho. En una de sus primeras investigaciones utilizaron ratones para analizar los mecanismos de la metástasis y descubrió que “las hembras rechazaban ciertos tumores el 100% de las veces, mientras que los machos solo el 50% y esto creemos está relacionado con el silenciamiento del cromosoma X”, apunta la científica.

Alba Sánchez Montalvo en el Euro Space Center
Alba Sánchez Montalvo en el Euro Space Center Alba Sánchez MontalvoAlba Sánchez Montalvo

Aprovechando la mención a este cromosoma, nos metemos directamente en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia. Teniendo en cuenta que este día se ha declarado para lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, le preguntamos a Sánchez Montalvo por sus inicios.

“Desde pequeña he sido muy curiosa – nos confiesa - y hacía muchas preguntas. Tuve suerte porque siempre estaba mi madre que, aunque no se dedica profesionalmente a la ciencia, sabe muchísimo de medicina y de anatomía, en su día hizo formación de auxiliar de enfermería. Ella me contaba las cosas de un modo tan atractivo y que podía comprender, que cada vez me gustaba más. Por desgracia tuve un familiar que falleció de cáncer de mama después de luchar muchos años. Crecer con eso me influyó. Quería comprender qué había pasado, cómo podía contribuir. Inicialmente, pensaba en medicina, pero me di cuenta de que quería algo más de laboratorio, de investigación. Creo que la forma en la que mi madre me contó todo, el que haya estimulado mi curiosidad con su disponibilidad para las respuestas, ha sido el principal motivo que alimentó mi curiosidad”.

Si bien sus inicios fueron claros gracias a que se alimentó su curiosidad, también se encontró con obstáculos, algunos por el propio sistema de educación y otros sencillamente por ser mujer. Y ambas son formas de matar la curiosidad y la vocación científica.

“A mí me ha pasado, yo sigo con la misma curiosidad, sigo buscando curiosidades, ideas y por ejemplo en mi doctorado tengo que estar al día de todo lo que ocurre y si voy a alguien de mi laboratorio, a mis superiores y no me dan pie a compartir esta idea, es bastante triste – añade Sánchez Montalvo -. Si yo fuera más joven y estuviera buscando alguien para que me dé un poco de luz y no encontrara quién, la verdad sería muy desmotivante”.

A esto se añade las dificultades por ser mujer. Por ejemplo, cuenta la anécdota de su participación en congresos y las diferencias entre el trato a ella y a sus colegas de la misma edad. “En algunos congresos científicos, yo estoy explicando una cosa de mi propia investigación, de algo que yo he demostrado y me lo han intentado rebatir o poner en duda y luego al lado mío otro hombre explica algo suyo y no se pone en duda, aunque teníamos la misma edad. Y esto ha sido por ser mujer”, confirma.

Aunque no ha sido frecuente en el entorno científico y en general ella misma declara que no se han sentido discriminada, excepto por casos puntuales en lo académico, sí se necesita trabajar más en lo social. “Hace años hice una entrevista por el día de la mujer – sonríe Sánchez Montalvo -. Estaba terminando la carrera de Biotecnología y el periodista me preguntó ¿cómo te sientes haciendo una carrera de hombres?, así tal cual. Yo me quedé pensando que vendría una risa. No sé quién ha dicho que sea una carrera de hombres, le respondí. De hecho, éramos más mujeres que hombres”.

A poco más de un mes de partir hacia Estados Unidos, Alba Sánchez Montalvo, que comparte muchas de sus experiencias en redes sociales divulgando sus hallazgos de modo ameno, se despide con un consejo para las futuras generaciones. “Si pudiera hablar conmigo misma, cuando era pequeña, me diría que no permita que nadie me cuestione por ser mujer o por ser joven. Que disfrute del aprendizaje, que no me cierre puertas y que siga manteniendo la curiosidad. Siempre hay algo nuevo por aprender”, concluye.