Ecología

Los vuelos serán cada vez más caros debido al cambio climático

En las últimas décadas, las turbulencias severas han aumentado un 55% sobre el Atlántico norte, una de las rutas aéreas más concurridas del mundo

Un avión en la pista del aeropuerto
Un avión en la pista del aeropuertoPixabay

Pese a su gran magnitud y el impacto social que causan sus accidentes, el medio de transporte más seguro sigue siendo el avión. Su siniestralidad supone tan solo 0,006 muertes por cada mil millones de kilómetros de viaje. Para hacernos una idea más clara: anualmente mueren de media 1,3 millones de personas en el mundo por accidentes de tráfico. Sin embargo, en 2021 las víctimas por accidente aéreo fueron tan solo 359.

No obstante, esta cifra podría incrementarse en los próximos años. ¿El motivo? El cambio climático. Aunque en un principio pareciera que ambos sucesos no están relacionados, los expertos han detectado un paralelismo entre el aumento de turbulencias sufridas por los aviones y la subida de las temperaturas de las masas de aire donde se sostienen.

Y aunque las turbulencias a veces se quedan en un mal viaje, la exposición de las aeronaves a estos fenómenos podría suponer un desgaste mayor de la carrocería, así como el riesgo de lesiones a los pasajeros y trabajadores del vuelo.

¡Que vienen baches!

Llevas un rato en tu asiento, observando por la pequeña ventana, la espesa alfombra de nubes que se extiende bajo la barriga del avión. De pronto, una voz enlatada avisa, de forma entrecortada, de que se aproxima una zona de turbulencias. Y, justo en ese momento, empieza el espectáculo. El traqueteo de la aeronave no suele llegar solo. A él le acompañan las luces de la cabina, encendiéndose y apagándose de forma intermitente, la gente en los pasillos, agarrándose con fuerza para intentar llegar a su asiento y el bebé del fondo del avión llorando desconsoladamente.

Con suerte, la zona de turbulencias pasará rápido, y tu tendrás una nueva anécdota que contar a tus amistades.

Las turbulencias son aquellos fenómenos meteorológicos en los que una corriente de aire se mueve de forma desordenada, generando remolinos o torbellinos. En alcanzar el avión, hacen que éste se mueva de forma violenta, modificando levemente la altitud y velocidad de la aeronave.

Dicho fenómeno puede originarse debido a muchos factores. Sin embargo, los precursores más comunes son tres: la proximidad con las montañas, las corrientes de aire y las tormentas. No obstante, existe un cuarto tipo de turbulencias, menos conocidas, pero potencialmente más peligrosas. Son las denominadas “turbulencias en aire claro” o TAC.

Las TAC se producen en una zona de la atmósfera situada a casi un kilómetro de altura, y no están relacionadas con la aparición de nubes, por lo que son muy difíciles de detectar. Estas turbulencias tienen su origen en la fricción de dos capas de aire adyacentes moviéndose a distintas velocidades. En el área de contacto de ambas capas, se crea una zona de cizalladura, lo que puede generar la aparición de remolinos.

Este tipo de turbulencias causan numerosos incidentes que, sin llegar a ser mortales en la mayoría de los casos, son el motivo de grandes pérdidas económicas para las aerolíneas.

Un enemigo invisible

El aumento de este tipo de turbulencias es cada vez más preocupante. En las últimas cuatro décadas, los científicos han detectado que las TAC han aumentado a la par que el incremento de temperatura debido al cambio climático.

Una nueva investigación, llevada a cabo por un grupo de expertos de la Universidad de Reading, arroja un poco de luz a un fenómeno que, en un principio, no parecía mostrar correlación.

Sobre el Atlántico Norte existe una de las autopistas aéreas más concurridas del planeta. Por ella circulan más de 2.000 aviones diarios. Debido al enorme control que se tiene sobre los vuelos, es muy sencillo contrastar datos a lo largo de los años. Gracias a ello, el equipo detectó que la duración anual de turbulencias severas había aumentado un 55%, pasando de 17,7 horas totales en 1979 a 27,4 en 2020. Algo parecido ocurrió con las turbulencias moderadas y ligeras, que aumentaron un 37% y 17% respectivamente.

Estudios previos demostrarían que, debido al efecto invernadero causado por las altas emisiones de CO2 a la atmósfera, el aire se estaría calentando con mayor facilidad. Esta diferencia de temperatura entre diferentes bolsas de aire provocaría fuertes corrientes de viento, lo que sería la causa del aumento de turbulencias.

Pero el Atlántico no es un caso aislado. Mientras en la autopista aérea del Atlántico Norte han experimentado los mayores aumentos, el estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters demuestra que otras rutas que sobrevolarían Europa, el Medio Oriente y el Atlántico Sur, también están experimentando las consecuencias del cambio climático.

Las turbulencias hacen que los vuelos sean más irregulares y peligrosos. Además, el tiempo adicional de vuelo debido a estos fenómenos aumenta el desgaste de la aeronave, así como el riesgo de lesiones a los pasajeros y personal de vuelo. Poniendo cifras: actualmente las turbulencias cuestan a la industria aérea estadounidense entre 150 y 500 millones de dólares anuales. Cifra que, si no se consigue disminuir las emisiones de gases contaminantes, seguirán aumentando.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Actualmente los aviones disponen de sistemas para mitigar las turbulencias durante el vuelo. Es por ello que los pasajeros cada vez las sienten menos. No obstante, la dificultad para detectar las TAC impide la rápida reacción de la tripulación, por ello resultan tan peligrosas.

REFERENCIAS (MLA):

  • Evidence for Large Increases in Clear-Air Turbulence Over the Past Four Decades. Geophysical Research Letters. Mark Prosser, et al., [[LINK:EXTERNO|||http://dx.doi.org/10.1029/2023GL103814" target="_blank">]]
  • Lee, Simon H., Paul D. Williams, and Thomas HA Frame. "Increased shear in the North Atlantic upper-level jet stream over the past four decades." Nature 572.7771 (2019): 639-642.
  • Williams, Paul D., and Manoj M. Joshi. "Intensification of winter transatlantic aviation turbulence in response to climate change." Nature Climate Change 3.7 (2013): 644-648.
  • Williams, Paul D. "Increased light, moderate, and severe clear-air turbulence in response to climate change." Advances in Atmospheric Sciences 34.5 (2017): 576-586.
  • Storer, Luke N., Paul D. Williams, and Manoj M. Joshi. "Global response of clearair turbulence to climate change." Geophysical Research Letters 44.19 (2017): 9976-9984.