Fraude de hidrocarburos de Aldama

Finanzas
Las cuentas remuneradas han vivido un segundo auge con la subida de tipos de interés iniciada por el BCE en 2022. Sin embargo, en este 2025 la tendencia ha empezado a estabilizarse. Aun así, algunas entidades siguen apostando fuerte para atraer nuevos clientes ofreciendo rentabilidades que superan el 2 % o incluso alcanzan el 3 % TAE.
La clave está en leer la letra pequeña: muchas de estas rentabilidades son temporales o dependen de ciertas condiciones como domiciliar la nómina, activar Bizum o cumplir retos diarios de salud. Otras, en cambio, ofrecen buenos intereses sin ataduras, lo que las hace aún más interesantes para los perfiles más independientes.
En este artículo te ayudamos a distinguir las cuentas realmente rentables y prácticas de las que solo lo parecen a primera vista.
Ordenadas por rentabilidad efectiva, requisitos y condiciones de uso.
B100 se ha consolidado como una de las opciones más potentes del mercado para quienes buscan una cuenta remunerada sin comisiones ni vinculación. Su fórmula se basa en ofrecer dos cuentas de ahorro complementarias:
Ambas cuentas liquidan intereses mensualmente. Solo se puede remunerar saldo proveniente de la cuenta corriente B100, también sin comisiones. No ofrece tarjeta de crédito, pero sí tarjeta de débito gratuita y hasta ocho tarjetas virtuales para compras online. Las retiradas en cajeros son gratuitas en la red Abanca y limitadas en otras redes asociadas.
A destacar:
A tener en cuenta:
La Requetecuenta Digital de Unicaja está diseñada para nuevos clientes que quieran centralizar su operativa y obtener una rentabilidad competitiva por su saldo habitual. Ofrece un 3 % TAE durante 12 meses, para un saldo máximo de 20.000 €, siempre que se domicilie una nómina mínima de 600 €.
La liquidación de intereses es trimestral. Además, devuelve un 1 % de los recibos domiciliados de suministros (luz, agua, gas, telecomunicaciones), hasta un máximo de 100 € anuales. La tarjeta de débito es gratuita y permite retirar efectivo sin coste en una amplia red de cajeros. Tras el primer año, la rentabilidad pasa a 0 %.
A destacar:
A tener en cuenta:
La propuesta de Bankinter es más compleja, pero puede resultar muy rentable para quienes manejan altos saldos. La cuenta se divide en dos compartimentos:
El dinero pasa automáticamente al segundo compartimento cuando supera los 5.000 €, y los intereses se liquidan mensualmente. Es una cuenta pensada para saldos medios o altos.
A destacar:
A tener en cuenta:
Abanca ofrece una cuenta sencilla pero competitiva para quienes buscan rentabilidad sin complicaciones. El interés es del 2 % TAE durante el primer año para nuevos clientes que domicilien ingresos de al menos 1.200 €. El saldo máximo remunerado es de 50.000 €.
Incluye tarjeta de débito gratuita y tarjeta de crédito sin coste durante el primer año. Las transferencias estándar dentro de la UE no tienen comisiones. La liquidación de intereses es mensual y el proceso de alta puede completarse online en unos minutos.
A destacar:
A tener en cuenta:
Contratar una cuenta remunerada puede parecer una decisión sencilla: colocas tu dinero y a final de mes recibes unos intereses. Pero, como en casi todo lo que tiene que ver con productos financieros, los matices marcan la diferencia. La clave está en conocer bien cómo funciona cada cuenta y en saber si encaja con tu forma de gestionar el dinero.
Las cuentas remuneradas son productos bancarios que ofrecen una rentabilidad por el dinero que mantienes depositado. A diferencia de los depósitos a plazo fijo, el dinero está disponible en todo momento y no hay penalizaciones si decides retirarlo. Es decir, puedes usarlo como una cuenta corriente habitual, pero con el añadido de que te recompensa por no mover el saldo.
Esto hace que muchas personas se pregunten si no es “demasiado bueno para ser verdad”. Y, en realidad, no hay trampa, pero sí hay condiciones que debes entender antes de lanzarte.
Por ejemplo, algunas cuentas solo pagan intereses durante los primeros meses, otras limitan el saldo remunerado a ciertas cantidades (20.000 €, 50.000 €, etc.), y muchas requieren domiciliar una nómina o utilizar servicios como Bizum para acceder al tipo de interés más alto.
Además, no todas permiten operar con normalidad: algunas están pensadas solo como cuentas de ahorro y no sirven para pagar recibos ni tener ingresos recurrentes.
En cambio, si no puedes cumplir con los requisitos que impone una cuenta para darte su máxima rentabilidad (como una nómina, saldo mínimo o una rutina de actividad física, como en el caso de B100), quizá te compense más optar por otra opción sin condiciones o valorar directamente un depósito.
Muy pocos, pero no inexistentes. Las cuentas remuneradas están protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) hasta 100.000 € por titular y entidad. Esto significa que, incluso si el banco quebrara, recuperarías tu dinero hasta ese límite. En este sentido, son igual de seguras que una cuenta corriente normal.
El principal “riesgo” es más bien práctico: que no leas bien las condiciones y no obtengas el interés prometido porque no cumplías algún requisito. También puede pasar que el banco cambie las condiciones pasados unos meses y deje de ofrecer interés o lo rebaje drásticamente. Por eso es importante no dar por hecho que la rentabilidad durará siempre, y valorar la cuenta como lo que es: una oportunidad puntual, no una solución permanente.
Los intereses que generes con una cuenta remunerada tributan como rendimientos del capital mobiliario. Hacienda retiene automáticamente un porcentaje cuando te abonan los intereses, igual que ocurre con un depósito.
En 2025, la escala aplicable es:
En la práctica, si una cuenta te genera, por ejemplo, 600 € al año, el banco ya te retendrá 114 € (19 %) y tú recibirás 486 € netos. Luego, ese ingreso se sumará a tu base del IRPF en la declaración de la renta. Si tienes otros productos que generan intereses (fondos, dividendos, etc.), se suman todos.
No es una fiscalidad especialmente gravosa, pero sí conviene tenerla en cuenta para no llevarse sorpresas.
Depende de lo que busques.
En general, las cuentas remuneradas son una buena opción para el corto o medio plazo y para quienes valoran la libertad total de movimiento. En cambio, los depósitos pueden resultar más rentables si tienes claro que no vas a necesitar ese dinero durante el tiempo contratado.
En realidad, no es necesario elegir entre una y otra. Muchos usuarios optan por combinar ambos: mantener una parte del ahorro en una cuenta remunerada para tener liquidez, y otra parte en un depósito para obtener más rentabilidad.
Sí, siempre que sepas qué estás contratando. En un entorno donde los tipos de interés han dejado atrás su pico máximo y las entidades empiezan a recortar ofertas, aún existen cuentas que superan el 2 % o incluso el 3 % TAE. Pero no durarán mucho.
Si tienes cierto saldo disponible y puedes cumplir con los requisitos de la cuenta (o prefieres una opción sin condiciones, como B100), es un buen momento para aprovechar estas ofertas. Y si lo haces, que sea con toda la información delante, sin dejarte llevar solo por el número más alto de la publicidad.
La mejor cuenta remunerada no es siempre la que más paga, sino la que mejor encaja con tu forma de ahorrar, tus hábitos y tu capacidad de cumplir con las condiciones sin esfuerzo.
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