Tribunales

El imán de Alicante dice que pretendía evitar otro 11-M

Asegura que se quedó en España por el sol, la paella y el gazpacho

El acusado egipcio Hesham F. M. S. asiste a la primera sesión de su juicio en la Audiencia Nacional por haber creado supuestamente una organización asentada en Alicante para difundir en mezquitas el yihadismo y que serviría de refugio, lugar de tránsito y base de operaciones para retornados de Siria e Irak. EFE/Fernando Villar POOL
El acusado egipcio Hesham F. M. S. asiste a la primera sesión de su juicio en la Audiencia Nacional por haber creado supuestamente una organización asentada en Alicante para difundir en mezquitas el yihadismo y que serviría de refugio, lugar de tránsito y base de operaciones para retornados de Siria e Irak. EFE/Fernando Villar POOLFernando VillarAgencia EFE

El egipcio Hesham F.M.S. ha negado en el juicio que se estableciera en 2011 en Alicante para crear una red yihadista y ha asegurado que su labor como imán en múltiples mezquitas españolas y en redes sociales fue de rechazo al terrorismo para “evitar que se repitiera un 11M”.

La Audiencia Nacional ha iniciado este lunes el juicio de Hesham F.M.S., para quien la fiscal pide nueve años de prisión al acusarle de difundir el yihadismo en mezquitas y posibilitar en la provincia alicantina refugio, lugar de tránsito y una base de operaciones para combatientes retornados de las zonas de conflicto de Siria e Irak, que podrían atentar en España y en otros países europeos.

El acusado, en prisión provisional por esta causa desde abril de 2017, ha señalado que ya decidió dedicarse a difundir su rechazo al terrorismo en 2001 a raíz del “maligno atentado de las Torres Gemelas” de Nueva York ya que considera que tiene más conocimientos y “más coraje” que el 99 por ciento de los imanes.

Hesham F.M.S. ha relatado que residió en Rumanía desde 1996 a 2000 en Rumanía pero ha negado que fuera expulsado de este país por intentar captar a jóvenes para enviarlos a Afganistán para entrenarles con armas y por preparar atentados en suelo rumano.

“Esto es una broma muy pesada”, ha dicho el acusado, que ha asegurado que en Rumanía trabajaba como traductor en el Ministerio de Justicia y en la Oficina del Refugiado y que incluso “espiaba en favor de Naciones Unidas”.

Ha indicado que en 2000 decidió irse de Rumanía porque por su labor contra el terrorismo yihadista y para prevenir la radicalización de los jóvenes tuvo problemas hasta el punto de que él y uno de sus hijos fueron agredidos y su entonces mujer secuestrada.

Hesham F.M.S. ha añadido que entonces viajó a Alemania, donde se casó con otras cuatro mujeres -tiene 26 hijos, ha recordado- y donde siguió desarrollando su labor en las mezquitas contra la violencia y la radicalización.

Ha negado que se estableciera en España en 2011 huyendo de la presión policial alemana sobre su persona por su relación con jóvenes radicales islámicos como mantiene la fiscal.

“Me quedé por amor a este país y a la paella”

“Lo que me llevó a quedarme en España fue mi amor a este país, el sol, la paella, el gazpacho y el mar, nada más”, ha asegurado.

No obstante, ha recordado que previamente, cuando en 2004 se produjeron los atentados del 11M en Madrid, estando él aún en Alemania, ya viajó a España para realizar múltiples charlas en mezquitas contra el terrorismo y “en contra de lo que pasó” al igual que venía realizando en otros países europeos.

Según la fiscal el acusado se trasladó a España en junio de 2011, cuando alquiló una residencia en Benissa (Alicante), y a finales de 2014 adquirió una gran casa situada en el municipio alicantino de Teulada valorada en 400.000 euros.

Hesham tenía contactos con personas de gran poder económico de Emiratos Árabes y Arabia Saudí para financiar sus actividades, según la Fiscalía.

La fiscal mantiene que en España el acusado visitaba mezquitas sobre todo de localidades alicantinas como Teulada, Calpe, Altea, Pedreguer, Gata de Gorgos, Almoradí y San Vicente del Raspeig, en las que extendía el ideario y el adoctrinamiento radical.

Al comienzo de la vista la abogada de Hesham F.M.S. ha aportado documentación para intentar demostrar que el acusado no era terrorista y que incluso colaboró con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español y con autoridades alemanas.

En concreto, ha entregado copias de mensajes de texto telefónicos que intercambió con una agente del CNI y de conversaciones en Facebook con la jefa de un “proyecto semiestatal” de Alemania para prevenir la radicalización de los jóvenes, así como diplomas de las comunidades islámicas de Babiera y Dresde por su labor contra el terrorismo y por el islamismo pacífico.

“Somos todos hijos de Dios, seamos musulmanes, cristianos o budistas, pues tenemos la misma sangre”, ha apostillado el acusado para recalcar que es un “hombre de paz” y ha justificado sus viajes a Siria por el hecho de que tenía familiares en ese país.