Política

Camps, tras doce años “perseguido” por la Fiscalía: “Esto no pasa ni en Venezuela ni en Corea del Norte”

El ex presidente de la Generalitat valenciana defiende su inocencia tras el archivo de la séptima causa de las nueve que ha tenido abiertas

La Justicia archivó ayer una nueva causa contra el ex presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Se trata de la que investigaba las contrataciones durante la visita del Papa a Valencia en 2006, con motivo del Encuentro Mundial de las Familias.

Es la séptima vez que queda exculpado de un proceso judicial, «llevo 12 años imputado de manera ininterrumpida por una causa o por otra», ha recordado el ex jefe del Consell. Hasta la fecha nunca ha sido declarado culpable, «he sido perseguido por parte de los jueces socialistas».

El ex presidente lamenta que el Estado de Derecho esté, en su caso, «quebradísimo» y apunta a que lo que le ha ocurrido a él no pasa ni en las grandes dictaduras, «ni en Cuba, ni en Corea del Norte, ni en Venezuela».

Camps ha comparecido esta mañana para remarcar su inocencia y defender, con la fuerza que le dan las victorias judiciales, que fue obligado a dejar la Presidencia de la Generalitat por causas que no han tenido consecuencias penales. Suman nueve, abiertas por la Fiscalía Anticorrupción, de las que ha quedado exonerado en siete. Las dos restantes todavía están por resolver, pero Camps asegura que logrará demostrar su inocencia.

«Espero que, por fin, las próximas Navidades las pueda pasar sin estar imputado. No saben lo doloroso que esto es para mí».

El ex jefe del Consell recuerda que dimitió por la causa de los trajes, de la que un juzgado popular le declaró inocente, sentencia que fue ratificada en el Tribunal Supremo y apunta directamente a la Fiscalía Anticorrupción y al juez Baltasar Garzón como los culpables del calvario que dice llevar soportando desde hace más de una década. «La Fiscalía Anticorrupción respecto a mí no busca nunca la verdad, busca que no me escape».

Camps ha repasado el entramado creado, según su parecer, desde el PSOE, para controlar la Fiscalía y ha resaltado que los jueces que han impulsado sus casos, como Baltasar Garzón o José de la Mata fueron altos cargos de gobiernos socialistas. «Nunca se inhibieron para juzgar corrupción política».

Incide en que se trata de un hecho que no entenderían «ni en la Habana ni en Caracas» y dijo que ni siquiera allí creerían que en la Audiencia Nacional instruya su caso un juez socialista que además ya comenzó « otro socialista en el año 2008».

Camps hizo referencia a las grabaciones de las conversaciones entre el ex comisario Villarejo, la actual jefe fiscal general del Estado, Dolores Delgado (antes fue ministra de Justicia del PSOE) y el juez Baltasar Garzón donde todos, «bebiendo vino», concretaron el inicio «intelectual» de la investigación contra él. También aludió a la cacería que le costó el puesto al ministro de Justicia, Mariano Bermejo.

El ex presidente ha realizado un repaso por las causas en las que se ha visto implicado durante los últimos años remarcando que cuatro de ellas han sido consecuencia del pacto que el ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, y Álvaro Pérez, el «Bigotes» sellaron con la Fiscalía Anticorrupción durante el juicio en Madrid sobre el caso Gürtel. «Todos han variado su argumentación y relato desde 2008, todos menos yo, y lo han hecho con el apoyo de las instancias de la Fiscalía».

Camps ha denunciado también que el PSOE se dedicó a pagar abogados para perseguirle. Sin embargo, remarcó que desde que Ximo Puig es presidente de la Generalitat valenciana, «lo pagan todos los valencianos».

Se refería así al hecho de que la Abogacía de la Generalitat esté presente en las causas y que cuando esta no ha querido participar, se ha contratado a un abogado externo a cuenta del erario.

Responsabilidades políticas

A pesar del archivo decretado el viernes de otra causa contra Camps, el secretario de Organización del PSPV-PSOE, José Muñoz, ha insistido en que las responsabilidades políticas por los excesos del PP en la gestión de la visita del Papa son «incuestionables» pues, independientemente de que se descarte la comisión de un delito, el Gobierno de Camps llevó a cabo «un gran engaño que costó más de 60 millones a los valencianos».

Muñoz ha remarcado que Camps todavía tiene dos causas abiertas. «El expresidente Camps está obsesionado con el Partido Socialista, pero parece que ha olvidado que fue gracias al PSPV-PSOE que se conoció y se investigó la trama Gürtel, una trama por la que, por cierto, el PP está condenado por lucrarse de la corrupción».