Tribunales
Un testigo del caso Alquería asegura que los directivos decían que eran amigos de Puig y Oltra
El responsable de Recursos Humanos de Divalterra declara en el juicio
El responsable de Recursos Humanos de Divalterra, Vicente Domingo, ha declarado este martes, en calidad de testigo del caso Alquería, que la mayoría de altos directivos contratados por esta empresa pública no ocultaba su filiación política y algunos “decían que eran amigos personales de Puig u Oltra”.
Es el caso, según ha asegurado, de Manuel Carot y Raúl Ibáñez. “Carot me contó que tenía amistad personal con Ximo Puig, que había trabajado en Blanquerías -antigua sede del PSPV-PSOE- muchos años, también con (Joan) Lerma”, y sobre Ibáñez ha apuntado que “inicialmente fue contratado como responsable de área, no director. Al detectar esto nos dijo que era “amigo personal de Mónica Oltra, que iba a llamarla y lo iba a solucionar inmediatamente”.
“Brines (cogerente de Divalterra, por Compromís) nos indicó que se revisase el contrato, yo firmé un documento como que había un error administrativo y se le cambió el contrato para que constase como director de área, como todos los demás”, ha explicado este testigo.
El fiscal anticorrupción, Pablo Ponce, le ha preguntado si los altos directivos de Divalterra fueron contratados por adscripción política, a lo que Domingo ha respondido que “nadie lo ocultaba, unos provenían del PSPV y otros de Compromís, incluso ellos lo manifestaban, todos sabíamos de qué partido venían”.
“Recuerdo que en algún momento Soledad Troija me dijo que era cercana a Compromís, Salvador Femenía manifestaba abiertamente que era alcalde por el PSPV, Carot me contó que tenía amistad personal con Ximo Puig, Ferri provenía de Ontinyent y tenía amistad con Rodríguez; Melero era teniente de alcalde en Silla por Compromís y se ausentaba para atender responsabilidades en el Ayuntamiento e Ibáñez presumía de que era amigo personal de Oltra y decía que estaba en la empresa porque Oltra lo había llevado allí”.
Sobre los denunciantes del caso -y también trabajadores de Divalterra-, José Luis Pellicer y José Luis Castellote, ha explicado que no tiene constancia de que fuesen del PP, y sobre él ha apuntado que no está afiliado a ningún partido.
A preguntas igualmente del fiscal este testigo ha admitido que tanto él como Pellicer y Castellote y los altos directivos contratados de forma supuestamente ilícita eran los únicos que contaban con un complemento salarial que elevaba su retribución en unos 50.000 euros anuales.
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