Agricultura

La Conselleria de Agricultura se pone del lado de un sector primario "demonizado"

Miguel Barrachina fija entre sus objetivos defender la imagen y reputación de los productores valencianos

Los agricultores valencianos alertan de las nefastas repercusiones del Pacto Verde Europeo
Los agricultores valencianos alertan de las nefastas repercusiones del Pacto Verde EuropeoAVA-ASAJAAVA-ASAJA

Miguel Barrachina tomó posesión de su cargo como conseller de Agricultura el pasado 15 de julio. Se encontró una Conselleria en la que hay mucho por hacer. Su predecesor, José Luis Aguirre (Vox), ha sido criticado por el sector agrario por su pasividad y falta de iniciativa y diálogo. Por ello, Barrachina ha acelerado la toma de decisiones y ha fijado una serie de objetivos que serán fundamentales durante este su primer ejercicio en el cargo.

Aparte de los ya conocidos retos que existen para el sector, el castellonense ha decidido poner en marcha una campaña de defensa de los agricultores y ganaderos tras lo que considera «un proceso premeditado de demonización de todo el sector primario» en la Comunitat Valenciana en las campañas de Inspección de Trabajo en el campo o en distintas regulaciones estatales y del Botànic. «Sánchez y Díaz buscaron esclavistas y encontraron héroes», aseguran desde la Conselleria.

Precisamente hace un par de semanas se exigía desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) una legislación más justa para los productores en materia de contratación. Concretamente, denunciaban que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social está imponiendo elevadas sanciones a agricultores por contratar, sin saberlo y cumpliendo todas las obligaciones legales, a trabajadores que habían falsificado su identidad. En estos casos, decían, toda la pena cae sobre el contratante, mientras que el empleado sale indemne.

Desde la Conselleria señalan que este Departamento va a estar junto a los agricultores, «multiplicando su actividad desde una escucha activa para que todos los recursos que los valencianos invierten en agricultura, ganadería y en pescadores vayan justo a lo ellos reclaman y necesitan».

Esta «demonización», señalan estas mismas fuentes, también la han sufrido los cazadores en las regulaciones a su actividad, cuando el cazador es el principal aliado de los agricultores y «siempre han convivido armónicamente y así debe ser».

Por ello, el Consell está trabajando para facilitar esta actividad y «frenar el crecimiento exponencial de una fauna salvaje, que debió ser en su momento abatida y que, desgraciadamente, el prohibicionismo del Botànic hizo que no se pudiese cazar».

Promover la ganadería

El actual conseller ha demostrado desde el principio la enorme importancia que le atribuye a las granjas extensivas. No en vano, una de sus primeras decisiones fue el envío de cubas de agua a estas producciones para salvar la vida de miles de vacas a las que sus propietarios no les podían dar de beber a causa de la sequía.

La promoción de esta actividad va a seguir estando presente en las líneas estratégicas de la Conselleria. Así, se van a realizar una serie de cambios en la Ley de Ganadería que tienen como objetivo «reconocer y promover la ganadería extensiva como una herramienta eficaz para la prevención de incendios forestales, contribuir a resolver las principales causas que los ocasionan y dinamizar la recuperación de paisajes cortafuegos, resilientes y menos inflamables», para lo cual, la ganadería extensiva juega un papel fundamental.

La lucha contra la sequía, uno de los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad valenciana en este momento, no podía quedar fuera de las prioridades de la Conselleria. «Vamos a seguir reclamando la mesa de la sequía. Es un problema nacional que requiere soluciones nacionales», aseguran desde el Departamento dirigido por Barrachina.

Seguirán defendiendo que las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura deben ser acordadas y pactadas, «porque se hurta 100 hectómetros cúbicos de agua a la Comunitat Valenciana, Murcia, y Andalucía, y en cambio se envían más 3.000 hectómetros cúbicos por encima de lo pactado a Portugal, que nadie aprovecha».

Por último, otro de los ejes del ejercicio será «simplificar» la vida de los agricultores valencianos atendiendo a sus necesidades.

Por ello, tal y como se ha venido reclamando también desde las diferentes organizaciones agrarias, la Conselleria rechaza el cuaderno digital -impuesto por la UE- «y si nos obligan a implantarlo seremos insumisos».

«Obligarles a que lleven cuadernos digitales cuando lo hemos hecho de forma sobresaliente es una crueldad. Se han abandonado un 30% de nuestros campos y el exceso de burocracia hace un daño enorme», denuncian desde este Departamento.