Agentes de la Policía Nacional han desmantelado en la provincia de Alicante un laboratorio clandestino dedicado a la fabricación y distribución de anabolizantes y esteroides, en una operación que se ha saldado con 11 personas detenidas por pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública.

El grupo, que realizaba la entrega de la mercancía en mano por mayor seguridad, obtenía los principios activos de países asiáticos y tenía la capacidad de producir más de 3.000.000 de dosis y obtenía unos mensuales que podrían superar los 15.000 euros.

En los seis registros, los agentes hallaron más de 300.000 dosis de productos ilegales, tres kilogramos de distintos principios activos, miles de viales y cápsulas vacías, así como más de 4.300 euros.

La investigación se inició cuando los agentes sospecharon que un hombre y más gente de su entorno podría estar fabricando medicamentos anabolizantes esteroides -utilizados para la mejora del rendimiento deportivo -en un laboratorio clandestino de la provincia de Alicante para posteriormente distribuirlos a los clientes.

Tras las primeras investigaciones, los agentes descubrieron que este sospechoso hacía entregas de los anabolizantes en mano y solo a personas de máxima confianza, en el interior de domicilios o lugares reservados, lo que dificultó la labor policial.

El principio activo de las distintas sustancias llegaba en paquetes con un contenido falso, como harina, pasta o complementos nutricionales. Posteriormente, se trataba de manera artesanal en el laboratorio ubicado en un domicilio distinto al que residía el líder del grupo criminal.

Allí, y sin las condiciones higiénicas adecuadas, estas sustancias se mezclaban con aceites y colorantes para conseguir un producto de gran pureza.

El líder del grupo contaba con una red de distribuidores que formaban parte de su círculo próximo y que trabajaban bajo su mando dando servicio a los consumidores finales.

Toda esta actividad delictiva le permitía unos ingresos que podrían superar los 15.000 euros mensuales.

Uno de los distribuidores pretendía ampliar el negocio a nivel nacional con la confección de una marca con un etiquetaje atractivo que aportase mayor credibilidad y así atraer nuevos clientes, pero no lo hizo para no llamar la atención y evitar que se descubriese su entramado criminal.

Tras identificar a los miembros del grupo y ubicar el laboratorio clandestino, los agentes realizaron las entradas y registros.

La Policía intervino más de 300.000 dosis de medicamentos ilegales de tipo anabólico-esteroide, 44 tipos distintos de principio activo con un total de tres kilogramos -pudiendo suponer en el mercado más de 3.000.000 de tras el proceso de fabricación-, vasos de precipitación, una centrifugadora, encapsuladoras, miles de cápsulas y viales vacíos y más de 4.300 euros.

Los arrestados pasaron a disposición de la autoridad judicial como presuntas responsables de un delito de pertenencia a grupo criminal y otro contra la salud pública.