Comercio minorista

Un estudio detecta el desplazamiento del comercio tradicional fuera del centro de la ciudad de Valencia

La digitalización es fundamental para la supervivencia y prima el modelo de comercio físico con web disponible

Imagen de un pequeño comercio de la zona centro de la capital valenciana
Imagen de un pequeño comercio de la zona centro de la capital valencianalarazon

El concejal de Comercio y Mercados del Ayuntamiento de Valencia, Santiago Ballester, ha presentado un informe realizado por Esic sobre el comercio minorista en todos los barrios de la ciudad de Valencia. Dos conclusiones principales arroja el citado estudio, por una parte la más que necesaria digitalización del comercio minoristas que debe avanzar hacia una hibridación de la tienda física con una página web en uso; y por otra parte el hecho de que la presión turística está "expulsando" al comercio tradicional del centro de la ciudad. En cualquier caso, el estudio de Esic supone una foto fija pormenorizada de la ciudad, sin ahondar en los parámetros como la uniformidad de la oferta comercial del centro de la ciudad de Valencia respecto al centro de cualquier otra ciudad turística del mundo, o el éxodo a otras zonas de los comercios tradicionales que conforman el alma de la ciudad, acosados por la subida de los precios de los alquileres debido tanto a la presión de los inmuebles turísticos como a la nueva demanda de consumo de los moradores de estos nuevos alojamientos turísticos.

El concejal Ballester ha recordado que "desde el equipo de gobierno se tomaron medias como la moratoria a los locales y gracias a este estudio vamos a tomar más medias. Queremos impulsar, ayudar y acompañar a todos los comercios para que se adapten a los retos".

El estudio, dirigido por María Guijarro y en el que han participado Mabel Pisa, Esther Pagan, Paula Nieto supone un análisis exhaustivo del comercio minorista desde su evolución hasta los factores que pueden ayudar a la sostenibilidad. Los datos demuestran que el 12,3 por ciento del total de las empresas son de comercio minorista y que suponen un tercio de los establecimientos comerciales en Valencia. Además, entre 2021 y 2024 creció un 6,4 por ciento. Y durante 2025 el comercio minorista aporta el 5,1 por ciento del PIB regional. El impacto indirecto en la economía es del 9,7 por ciento.

Las investigadoras han señalado que hay que estimular el comercio minorista en las zonas periféricas, y que barrios como Ciutat Vella, el Eixample y Jesús tienen altas tasas de comercios cerrados, si bien "se cierra y se crea nuevo comercio con otras tipologías".

Los barrios que siguen liderando la implantación del comercio en la ciudad siguen siendo Ciutat Vella y Eixample donde se detecta que las tendencias clave son el auge del comercio electrónico y la confluencia de las diferentes generaciones.

Las investigadoras han destacado la diversidad generacional, con la convivencia de seis generaciones con valores diversos. En este sentido, las generaciones I y Z conforman más del 20 por ciento de la población, por lo que "va a ser necesario adaptarse a su necesidades".

Además, también detectan que la nueva estructura familiar están formada por miembros únicos y personas que viven sin hijos. Se compra a diario y se elige supermercado de cercanía. Cada vez se compra más por internet buscando precio, y el consumidor adopta una actitud pasiva en cuanto a la responsabilidad social y corporativa de las empresas, pero la exige.

También detecta una tendencia a la practicidad: se prioriza la necesidad frente a las ofertas, y se busca on line pero luego se acude a la tienda para ver las calidades. También hay una gran demanda del servicio a domicilio.

Respecto a la digitalización "es un desafío y una oportunidad": El 60,6 por ciento compra on line. El comercio electrónico es un motor clave de la economía local.

Pero hay que estar vigilantes por que "se producen ciber ataques para los que no tenemos formación".

El estudio también ha detectado que los distritos centrales de la ciudad han subido el alquiler mas del 40 por ciento. Y que otros barrios como Quatre Carreres pueden acoger crecimiento poblacional que se está desplazando desde el centro de la ciudad.

Las investigadoras han concluido que el comercio minorista "o se adapta o desaparecerá" y que va a jugar un papel muy importante la ubicación geográfica. Además, con la transformación de los hábitos de consumo "todo pasa por la digitalización, por lo que debe prevalecer un híbrido de tienda física con página web".

También han detectado que en la zonas turísticas, el comercio tradicional se reorienta al multicomercio.

Por último, Santiago Ballester ha señalado que el estudio nos va a ayudar muchísimo en dirigir las ayudas al comercio hacia la necesaria digitalización" y ha recordado que el comercio minorista ha crecido un cinco por ciento en la capital, y supone el 33 por ciento del comercio de la Comunitat Valenciana.