La Guardia Civil destaca que los establecimientos de venta de petardos cumplen con la normativa

La Guardia Civil ha confirmado esta mañana que la inmensa mayoría de los establecimientos de venta de artículos pirotécnicos cumplen escrupulosamente con la normativa establecida y cuentan con todos los sistemas de seguridad reglamentarios.

Efectivos de la sección de Armas y Explosivos de la Guardia Civil han inspeccionado esta mañana el establecimiento La Petardería, de la calle Cádiz en la ciudad de Valencia, y ha comprobado que se cumplan la normativa en todos sus aspectos. Así, el establecimiento no puede almacenar más de 150 kilos de material pirotécnico tanto en las estanterías como en el verdadero "bunker" que constituye su almacén. Todo el material a la venta está perfectamente etiquetado y con su indicaciones en español. El establecimiento cuenta con un doble sistema antiincendio por agua y por gas y con alarmas con sensores en todos las vitrinas, cristales y accesos al establecimiento, así como con sensores sísmicos en las paredes por si alguien realizara un butrón. Además, la cartelería es profusa y advierte de las edades a las que se puede adquirir petardos y a las edades a las que se puede tirar cada categoría de los artilugios pirotécnicos. En la Comunitat Valencia y haciendo uso de una prerrogativa autonómica, los niños pueden comprar petardos y lanzarlos a edades más tempranas.

Además, los guardias comprueban que el establecimiento cumple con el aforo que depende del número de vendedores que hay en ese momento. Pueden entrar dos personas por cada vendedor y los niños no cuentan. El resto de la clientela tiene que esperar fuera del establecimiento.

En la rutina de la Guardia Civil durante las fiestas falleras se incluye de manera inexcusable la revisión a los elementos pirotécnicos que se dispararán en la plaza del Ayuntamiento. Así, otra patrulla se desplaza temprano a la plaza del Ayuntamiento de Valencia para ver que todo está en orden. Los agentes supervisan incluso el trasporte del material pirotécnico hasta la plaza que ha de realizarse por conductores autorizados en vehículos homologados al efecto.

Además, todo el personal que trabaja en la preparación de la mascletà han de ser profesionales de la empresa pirotécnica y al recinto del disparo no puede entrar absolutamente nadie más, algo de lo que se encarga la Policía Local de Valencia, en colaboración con la Guardia Civil.

Los agentes de la Benemérita comprueban que la distribución de las líneas de la mascletà sea la adecuada y que no se sobrepasen los 275 kilos netos de producto pirotécnico autorizado, algo que no se suele alcanzar por el coste de la misma. Cabe señalar que la mayoría de las empresas pirotécnicas tienen a gala disparar en las fiestas falleras y en la plaza del Ayuntamiento, pero los gastos suelen superar en mucho el importe que paga el Consistorio de Valencia.

El control de la "disparà" de la plaza del Ayuntamiento es riguroso y llegado el caso, como recuerda el mando al cargo de la inspección, se podría suspender un disparo.