Cultura

El MARQ envía a China a dos técnicos para supervisar el viaje de los guerreros de Xian a Alicante

La exposición “El legado de las dinastías Qin y Han. China” se inaugura a finales de marzo en el museo

Dos técnicos del MARQ supervisan en China el embalaje y traslado de los guerreros de Xian.
Dos técnicos del MARQ supervisan en China el embalaje y traslado de los guerreros de Xian.Diputación de Alicante

El Museo Arqueológico de Alicante, MARQ, trabaja contra reloj para recibir a nueve guerreros de Xian, y un caballo, que tomarán literalmente el museo a finales de marzo en la exposición “El legado de las dinastías Qin y Han. China”. Con el fin de ultimar los preparativos, la arqueóloga y técnico de exposiciones de la Fundación MARQ, Teresa Ximénez de Embún, y la restauradora, Silvia Roca, han viajado a China.

Su misión es trabajar mano a mano con los especialistas de Xian y Shaanxi en el embalaje y traslado de los guerreros, de tamaño real, y el resto de piezas. Una travesía, de China a Alicante, de un mes para llegar a puerto. Los guerreros forman parte de un Ejército para la eternidad, el del primer Emperador de China, Qin Sihuhang, que ante el temor al más allá, a un mundo desconocido, pidió que le enterraran junto a soldados y, por supuesto, caballos. Todos, en formación.

A finales de marzo y hasta enero de 2024, un total de 120 piezas procedentes del mausoleo de Quin Sihuhang (217- 207 a. C.) se podrán ver en la muestra; de hecho, ocuparán todos los espacios del MARQ disponibles, excepto, claro está, las salas ocupadas por la exposición permanente. Así, las tres salas de exposiciones temporales se dedicarán a los guerreros de Xian.

Recolección y embalaje

El trabajo en China consiste ahora en reunir todas y cada una de las piezas y preparar minuciosamente los embalajes. Los soldados del primer emperador chino viajarán en unas cajas hechas a medida que se cierran y sellan con un precinto de seguridad numerado que será abierto en el MARQ. Cada pieza se cuida como un tesoro, dado su gran valor arqueológico, y sólo se abre su embalaje cuando se comprueba la temperatura, humedad e iluminación de la sala en cuestión.

El fin es evitar la contaminación de los soldados, de ahí que se utilicen cajas de madera forradas de aluminio y materiales aislantes. Hay también sistemas especiales antivibración, sensores de impacto y materiales especiales; todo para evitar que haya cualquier tipo de abrasión en las piezas por fricción.

Las obras de la exposición proceden de nueve museos y departamentos chinos, por eso, el primer paso es reunirlas. Hay que destacar que los nueve soldados y el caballo, todos hechos de de terracota, salen por primera vez con destino a Europa; antes en 2018, Liverpool, el Reino Unido, acogió otra exposición.

A raíz del viaje, la diputada de Cultura, Julia Parra, ha explicado que los trabajos de las dos técnicos en China consistirán en “realizar la supervisión de piezas, el protocolo de manipulación, embalaje y cuidados necesarios para trasladar las 120 piezas originales y cinco réplicas que constituyen la exposición”.

Exigencias del gobierno chino

Por su parte, Teresa Ximénez de Embún ha manifestado que “es un auténtico privilegio que una colección de primera línea como los Guerreros de Xian venga al MARQ, lo que pone de manifiesto que desde nuestra Fundación CV MARQ y el Museo hemos sido capaces de superar todos los requisitos que el Gobierno de China”. Para su compañera, Silvia Roca, “es fundamental el trabajo de certificación del estado de conservación de cada pieza para que regresen en el mismo estado que se ha producido su préstamo a los museos de origen, garantizando un tratamiento óptimo durante el embalaje, montaje y exhibición”.

Hay que recordar que los soldados de terracota forman parte de un conjunto de 8.000 piezas encontradas en el yacimiento arqueológico chino, declarado Patrimonio de la Humanidad, de las que se han extraído unas 2.000.

La exposición permite además adentrarse en la China de hoy a través de su historia. Hace más de 2.000 años China estaba dividida en varios reinos hasta que Qin Shihuang cambió el rumbo del país: conquistó y construyó, y unificó todos sus reinos en un único imperio. Unificó la escritura, los pesos, las medidas, y las unidades administrativas, y su imperio se configuró como la República Popular China. Un país para descubrir a través de dos dinastías, Qin y Han, a través de un Ejército para el más allá.