Cien mil ramos han tejido el manto de la Virgen de los Desamparados. La Geperudeta luce ya en la plaza que lleva su nombre, un diseño muy especial realizado para conmemorar el Centenario de la Coronación, que se cumple en 2023. La segunda jornada de ofrenda acabó con retraso y puede decirse que fue multitudinaria: el fin de las restricciones y el buen tiempo animaron hasta al fallero más indeciso.

Desde los altavoces del desfile se ha podido escuchar el reiterado mensaje de la Junta Central Fallera instando a las comisiones a caminar dejando menos espacio entre ellos, puesto que se llegó a acumular hasta hora y media de retraso.

La fallera mayor de Valencia, Laura Mengó, ha hecho su entrada en la plaza pasadas las dos de la madrugada, con un espolín negro.

A diferencia de otras ocasiones, el manto es casi todo blanco, a excepción de unas cenefas rojas, y por primera vez está compuesto también por margaritas, debido a la caída de la producción de claveles por las recientes olas de frío.

Se estudió la posibilidad de invertir los colores del manto, es decir, hacerlo en su mayoría rojo con detalles blancos, pero las comisiones falleras ya habían hecho sus encargos, por lo que se ha optado por combinar el escaso clavel blanco con un tipo de margarita, la euro, muy parecida a esta flor al carecer de botón central, según explica EFE.

La única consecuencia, explican los especialistas, es que probablemente en unos días se note la diferencia de tonos en las flores blancas.

Este año la Ofrenda ha recuperado un volumen de falleros superior a las cifras de 2021, en plena pandemia, cuando el censo se redujo a 88.685, pero también supera los 99.756 del año anterior al covid y los 94.136 de 2017.