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Agricultura

La particular técnica de confusión sexual a las polillas para evitar una de las plagas más dañinas a las vides

La Generalitat reparte entre los agricultores más de tres millones de difusores de feromonas

Unas vides Bodega Rioja Vega

La Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, a través del servicio de Sanidad Vegetal, ha repartido cerca de 3,1 millones de dispositivos de confusión sexual entre los viticultores de la Comunitat Valenciana para hacer frente a la plaga de la polilla de la vid (Lobesia botrana).

Con la puesta en marcha de esta actuación, se está cubriendo cerca de 20.600 hectáreas de uva de mesa y vinificación en diferentes comarcas de Alicante, Valencia y Castellón para la campaña de 2025, lo que supone un 33 % de la superficie de cultivo.

La Conselleria está apoyando a los viticultores mediante el reparto del 50 % de las necesidades de emisores de feromona. En concreto, a aquellos agricultores que justifiquen la compra del otro 50 % restante.

La polilla del racimo (Lobesia botrana) es la plaga más importante del cultivo de la vid, siendo la principal causante de daños de relevancia económica, ya que las larvas, al alimentarse, producen heridas en los granos de uva que favorecen la aparición de pudriciones, afectando en muchos casos a todo el racimo.

Debido a la dificultad de ejercer un control efectivo de esta plaga mediante tratamientos realizados individualmente por los agricultores en sus parcelas, se aconseja efectuar actuaciones colectivas, con el propósito de rebajar el nivel de población del insecto a límites aceptables. Con estas actuaciones colectivas que disminuyen los daños ocasionados por la plaga se consigue un aumento significativo de la calidad de la uva y de los vinos.

La técnica de confusión sexual consiste en liberar de forma masiva y continua feromonas sexuales específicas de la polilla Lobesia botrana en los viñedos, con el objetivo de impedir que los machos localicen a las hembras para reproducirse. Al saturar el ambiente con estas sustancias —que imitan el olor natural que emiten las hembras para atraer a los machos— se evita el apareamiento, lo que interrumpe el ciclo biológico de la plaga y previene la aparición de larvas que dañen los racimos.

La emisión de las feromonas se realiza mediante pequeños difusores que se colocan al inicio de la campaña en las cepas del viñedo. Estos dispositivos liberan la feromona de forma constante durante varios meses, cubriendo todas las generaciones de la polilla sin necesidad de recambios. Esta estrategia representa una alternativa eficaz, sostenible y respetuosa con el medio ambiente para el control de esta plaga.

Comparando esta técnica de confusión sexual con los tratamientos insecticidas convencionales que se requerirían para un adecuado control de esta plaga, se constata la reducción de la aplicación de productos fitosanitarios en más de un 83 %, al pasar de 1,8 litros de insecticida por hectárea a únicamente 76 gramos de feromona por hectárea.

Se trata de una alternativa que, al no requerir tratamientos insecticidas, elimina los riesgos para el agricultor y garantiza uvas libres de residuos. Además, actúa de forma específica sobre este insecto plaga sin afectar a otras especies beneficiosas.

La Conselleria de Agricultura, a través del servicio de Sanidad Vegetal destina más de 1,2 millones de euros para la adquisición y reparto de estos dispositivos entre los agricultores de las tres provincias de la Comunitat Valenciana.

Concretamente, en todo el territorio de la Comunitat Valenciana se han repartido cerca de 315.000 difusores de feromona de uva de mesa, repartidos principalmente en la provincia de Alicante, en las comarcas del Vinalopó Mitjà, la Vega Baja y l'Alacantí; en las comarcas de la Plana Alta y el Baix Maestrat en Castellón; y en la comarca de la Hoya de Buñol, en la provincia de Valencia.

En difusores de feromona para vid de vinificación la cantidad repartida en toda la Comunitat Valenciana ha sido próxima a los 2,8 millones, de los que más de 2,5 millones se han repartido en la provincia de Valencia, entre las comarcas del Valle de Ayora-Cofrentes, la Costera, la Hoya de Buñol, la Plana Utiel-Requena, la Ribera Alta, la Vall d’Albaida y los Serranos. En las comarcas alicantinas de l’Alt Vinalopó, el Vinalopó Mitjà y la Marina Alta se han repartido cerca de 250.000 difusores y 4.000 en la comarca castellonense de la Plana Alta.

Gracias a la técnica de confusión sexual, el sector vitivinícola dispone de una técnica sencilla y respetuosa con el medio ambiente para controlar la polilla del racimo, ya que no solo protege la calidad de la uva, sino que también refuerza el compromiso del sector con prácticas agrícolas responsables y acordes con las exigencias del mercado actual.

Otras campañas

Este año también se está fomentando la aplicación de la técnica de confusión sexual para combatir otra plaga relevante en el cultivo de la uva de mesa: el melazo de la vid (Planococcus ficus).

En 2025 se ha destinado un total de 190.000 euros para la compra y reparto de 400.000 difusores a los agricultores, lo que ha permitido cubrir cerca de 1.600 hectáreas de cultivo de uva de mesa.

Esta medida se complementa con el refuerzo del equipo de Sanidad Vegetal, que se encarga del seguimiento constante de las principales plagas y enfermedades que afectan a los viñedos de la Comunitat Valenciana. A su vez, se dispone de una red de estaciones meteorológicas que permite monitorizar las condiciones climáticas, lo que facilita la emisión de recomendaciones precisas sobre el momento más oportuno para intervenir, minimizando así el uso de productos fitosanitarios.

La Generalitat continúa impulsando métodos de control biotécnico para enfrentar otras plagas relevantes de nuestro entorno agrícola, como la mosca mediterránea de la fruta, la mosca del olivo, el cucat del arroz, el cotonet de Sudáfrica en los cítricos o el propio melazo de la vid.