Los alcaldes de la DANA

«Los poderes públicos no deben olvidar la DANA como pasó con La Palma o Lorca»

El alcalde de Cheste, José Morell, pide repensar por qué se tardó tanto en gestionar la situación: «Los protocolos deben ser otros»

El alcalde de Cheste, José Morell, en el centro con la ministra y secretaria del PSPV-PSOE, Diana Morant, y la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé
El alcalde de Cheste, José Morell, en el centro con la ministra y secretaria del PSPV-PSOE, Diana Morant, y la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar BernabéAyuntamiento Cheste

José Morell llega a la entrevista hablando por teléfono. Son las seis de la tarde y en el ayuntamiento de Cheste no queda nadie, pero abre el despacho de la alcaldía y se disculpa por el retraso. Hace más de un mes que la DANA dejó a su pueblo totalmente incomunicado: “sin luz, internet, línea telefónica, gas ni carreteras”, recuerda. Los cuatro accesos al pueblo se derrumbaron y hace tan solo una semana que la UME abrió el primer puente provisional: para el resto de accesos hay que seguir pasando por abajo, cruzando el mismo barranco que arrasó con todo a su paso. “Han muerto vecinos que conoces”, dice. Seis chestanos murieron y otro vecino sigue desaparecido, además de los diez cuerpos que se encontraron en el término municipal. Morell es del PSPV-PSOE y lleva desde 2015 como alcalde. Esta es su tercera legislatura y ya le tocó gestionar la pandemia del Covid-19: “Esto ha sido más corto, pero más duro. Aquello era un miedo fantasma y esto ha sido real, lo has tocado”. Ahora acaban de cerrar la primera fase de emergencia y se sienta a reflexionar sobre lo vivido.

¿Cómo está?

Ostras, pues no me ha dado tiempo a pensarlo. Me has dejado descolocado, nadie me lo había preguntado. No lo sé. No me he podido permitir ni saber cómo estoy.

¿En qué está ocupado ahora?

Las prioridades ahora siguen siendo las infraestructuras: la Generalitat Valenciana y la Diputación empezarán la semana que viene la reconstrucción de los puentes; el Ministerio de Transportes nos ha prometido que reconstruirá la línea de Cercanías y a nosotros nos toca los edificios municipales. El agua tiró las vallas del colegio Doctora Anna Lluch que tiene tres clases que no están operativas y justo a mis dos hijas les ha afectado. Ah, y también está el tema de la depuradora del polideportivo municipal, que está inservible y eso vale un dineral.

¿Están llegando las ayudas?

Sí, ahora la prioridad es la gestión. El Estado ha puesto una oficina con personal propio y nosotros vamos a añadir otra para agilizar las ayudas que ha dado Amancio Ortega. A Cheste nos han tocado 2,6 millones de euros de los cien millones que han dedicado. Estamos viendo las bases para ver si lo podemos ampliar más allá de a viviendas y enseres personales para que lleguen a autónomos y agricultores.

¿Tienen un cálculo del impacto económico para el pueblo?

Exacto no. Necesitaríamos un informe para saber las pérdidas de los agricultores y vecinos, pero sí sabemos que sólo en edificios públicos hay cuatro millones de euros en daños.

¿Qué balance hace un mes después de su gestión?

El primer día no teníamos luz, internet, telefonía, gas ni carreteras. Solo se salvó el agua corriente. Con ese punto de partida tan malo, estoy contento. Han sido fundamentales los voluntarios, especialmente los agricultores y cazadores. Conseguimos hormigón para asfaltar los pasos del barranco pero no había empresas para colocarlo, así que los cazadores lo hicieron a mano con el rastrillo.

¿Cómo valora la coordinación con los gobiernos autonómico y nacional?

Al principio seis personas te pedían lo mismo: una lista de daños, tal y cual. A las 72 horas ya comenzó a confluir con el CECOPI, pero yo tenía que irme hasta Vilamarxant en coche porque no había línea. El primer día no vimos más que un helicóptero y al día siguiente ya aparecieron los bomberos, pero yo he de decir que quien más ha ayudado aquí es el Ejército de Tierra, la UME y la Guardia Real. Sin duda.

Agradezco el apoyo de todos los grupos municipales. Hemos funcionado como un equipo de gobierno»

¿Cómo vive un alcalde que a los días de la DANA ya hubiese refriegas entre gobiernos echándose la culpa de lo ocurrido?

No era el momento. Yo entiendo que para no quebrar la confianza en las instituciones hay que rendir cuentas, pero escuchar según qué comentarios mientras estabas ahí en la emergencia, pues mira.

A nivel municipal, ¿ha sentido el apoyo del resto de grupos parlamentarios?

Nosotros integramos a la oposición desde el principio. El portavoz del PP era quien autorizaba los gastos a mano y yo se lo agradezco porque era una cuestión de transparencia. Hemos funcionado todos los concejales como un equipo de gobierno.

¿Qué cosas cree que usted podría haber hecho mejor?

Tendría que pensarlo y seguro que sale algo, pero es que no me ha dado tiempo a poner las cosas en perspectiva.

¿Teme que la gestión le pase factura?

Cualquier decisión influye en el voto. Aquí hemos actuado toda la corporación como gobierno.

¿Qué cree que podemos aprender para mejorar de esta crisis?

Visto lo rápido que hemos podido actuar, debemos repensar por qué tardamos tanto en gestionar las cosas en una situación normal. He ido más rápido que nunca: necesitaba hormigón, pum, hormigón. Ni en la pandemia teníamos tanta facilidad. Por no hablar de los caminos del cauce: antes había que pedir permiso a la Confederación Hidrográfica del Júcar y podían tardar meses en contestar. Ahora solo con comunicar lo que ibas a hacer estaba aprobado. Yo entiendo que tiene que haber unos límites, que luego pasa como con las mascarillas en pandemia, pero podemos mejorar.

¿Y qué cree que debe cambiar para agilizar la prevención y respuesta?

El sistema de alertas debe ser otro. Se tienen que revisar los protocolos: cerrar o no los colegios es aún una decisión aleatoria, sin unas pautas claras y que se toma a nivel municipal. Eso atomiza la respuesta porque en el pueblo de al lado puede que hayan tomado la decisión contraria. Debería haber una norma centralizada para que si hay alerta roja, se sepa claro cómo actuar. También debemos actualizar el plan de emergencias. El primer día sin luz una vecina me dijo: ¿dónde enchufo el respirador de mi padre? No le supe qué decir y buscamos generadores. Ahora ya tenemos y nos los vamos a quedar.

¿Teme que se olvide la DANA?

Estoy seguro que será así: pasó con La Palma y con Lorca. Entiendo que la atención mediática baje, pero los poderes públicos no deben olvidarse. Hay decenas de miles de ciudadanos afectados que no deben sentirse desamparados.

¿Qué es lo peor que se lleva de esta crisis?

Lo peor son los fallecidos, ver la desolación en la cara de los vecinos. Eso y luego las personas que se aprovecharon de la situación para robar, lo vimos el primer día en diseminados donde la gente no podía ni salir de sus casas.

¿Y lo mejor?

La solidaridad, sin duda. Había colas de gente para ofrecerse como voluntarios de todo, desde psicólogos hasta recoger alimentos.