Tribunales

Siete años de prisión por violar a su propia hija cuando tenía diez años

Los abusos quedan acreditados por la declaración de la víctima

Fachada de la Audiencia Provincial de Alicante
Fachada de la Audiencia Provincial de AlicanteEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Un hombre de 63 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a siete años de prisión por violar, al menos en dos ocasiones, a su propia hija cuando ésta contaba con 10 y 12 años.

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar, en primer término, entre agosto de 2017 y agosto de 2018 en el municipio de La Vila Joiosa (Alicante) cuando la víctima tenía 10 años y el acusado entre 57 y 58 años.

Dictada por un tribunal de al Sección Segunda, la sentencia considera probado que el ahora condenado realizó tocamientos a su hija en los pechos y en la vagina cuando dormía en el dormitorio matrimonial y que, después, le quitó la ropa para penetrarla.

Además, también cree acreditado que, tiempo después, en torno al mes de agosto de 2020, cuando la menor contaba con 13 años, el procesado volvió a actuar del mismo modo para volver a mantener relaciones sexuales con ella.

El acusado reconoció los hechos en el acto del juicio, celebrado entre el 27 de junio y el 11 de julio, después de haber depositado en el juzgado la cantidad de 24.000 euros con el fin de cubrir compensaciones.

Al margen de ese reconocimiento, el tribunal incide en que los abusos quedan acreditados con la declaración de la víctima, que ratificó sus manifestaciones previas ante el juzgado de Instrucción, donde relató de forma detallada los episodios de abusos, por lo cual impone la pena de siete años de cárcel como autor de un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años, a lo que suma la medida de alejamiento de su hija por un plazo de doce años.

Además, añade otros ocho años de medida de libertad vigilada que se ejecutará con posterioridad al ingreso en prisión y acuerda su inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad hasta que la víctima alcance la mayoría de edad, al tiempo que le obliga a indemnizar a su hija con 30.000 euros por los daños psicológicos.