Historia

Los tres monumentos históricos de la Comunidad Valenciana incluidos en la Lista Roja por riesgo de desaparición

La Asociación Hispania Nostra se encarga de preservar y proteger el patrimonio español

Ermita de San Roque en la localidad valenciana de Ayora
Ermita de San Roque en la localidad valenciana de AyoraLa Razón

La Asociación Hispania Nostra cuenta con una Lista Roja en la que, cada mes, se incluyen monumentos históricos de toda España que se encuentran en riesgo de derrumbe, desaparición o alteración de alguno de los elementos. De esta manera, ponen el foco en los mismos para que las autoridades tomen las medidas oportunas.

Durante los cuatro primeros meses de 2024 han sido tres los monumentos históricos de la Comunidad Valenciana incluidos en este catálogo:

Edificio modernista del parque de l'Hort de Feliu (Alginet)

En el siglo XX, como ocurre en el resto de la Comunidad Valenciana, se desarrolla el modernismo en distintas ciudades dentro del contexto de desarrollo industrial, económico y urbano. Muestra de esta corriente en Alginet es el matadero y el mercado, construidos en los años 1904 y 1905, firmadas por Carlos Carbonell Pañella. Sin embargo, en el caso del edificio modernista de l’Hort de Feliu, se desconoce la autoría. La propiedad se edificó en un campo de naranjos y ha sufrido numerosas modificaciones estructurales a lo largo de los años. En la casa se instaló un aulario y un centro ocupacional, lo que supuso la pérdida de todos los elementos artísticos del interior.

En los años noventa, los jardines se aprovecharon para edificar un instituto de educación secundaria obligatoria y pistas de deporte, y ya en el año 2014, el edificio modernista acogió el Museu Valencià d’Història Natural (MVHN). Actualmente el edificio se encuentra cerrado.

El edifico se encuentra en un deficiente estado de conservación. Las fachadas laterales han desaparecido como consecuencia de la anexión de edificios de construcción contemporánea. En la fachada principal se empiezan a observar problemas estructurales, así como en su decoración se aprecia la pérdida de distintos elementos, a consecuencia de su erosión, también visible.

Ermita de San Roque (Ayora)

La ermita se empezó a construir en 1599, inaugurándose el 10 de enero de 1600. Se erigió por Decreto del Consejo municipal en gratitud a San Roque, santo y patrón de las pestes y epidemias y al Santo Ángel, por hacer desaparecer la segunda oleada de peste bubónica de la localidad de Ayora. Pasada la epidemia de peste, continuó el culto en la ermita, pero con motivo, en el año 1639, de la construcción de la cercana ermita del Santo Ángel, poco a poco esta fue abandonándose y quedando relegada, tomando protagonismo la nueva.

En el año 1838 se derrumbó, aunque volvió a reedificarse de nuevo, restaurándose por última vez en 1867. Desde entonces entró en estado de ruina definitivamente hasta nuestros días.

Sólo quedan en pie los muros de mampostería de su única nave y los contrafuertes. La bóveda se derrumbó, quedando sólo los arcos de piedra sostenidos por los pilares y los muros.

El recinto está totalmente a la intemperie, con el suelo sembrado de escombros y maleza. Hasta no hace mucho se conservaban elementos de la fachada, de línea barroca y espadaña. También pervivían otros detalles como la hornacina en el testero y restos de un púlpito.

Fábrica de hilados, trenzados y tejidos de yute de Pilar Casanova (Valencia)

Antigua fábrica textil donde, según su denominación, se realizaba producción de hilados, trenzados y tejidos de yute, sobre todo para la producción de sacos. Responde a un proyecto de 1935 firmado por el arquitecto valenciano, Antonio Gómez Davó, autor de la sucursal de la Caja de Ahorros de la calle Calabazas y la oficina principal de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia en la plaza Tetuán, entre otras. Los proyectos de la construcción de nuevos pabellones y la ampliación de naves de la fábrica de Pilar Casanova Esteve de los años 1941 y 1955 están firmados por el arquitecto José Luís Testor Gómez, uno de los tres autores que diseño la mayoría de refugios antiaéreos de la ciudad, tales como el del Instituto Luís Vives o el del Ayuntamiento de Valencia.

Es un conjunto que responde a la tipología arquitectónica de factoría textil ligada a una explotación hídrica de la que se abastecía, la acequia de Rascaña con la que linda al sur. En la actualidad se encuentra rodeada de inmuebles residenciales, en el momento de su implantación en el año 1936, la zona comenzaba a edificarse como residencial. El conjunto presenta rasgos comunes con inmuebles de su misma tipología, naves que albergaban el proceso productivo y volúmenes destinados a oficina y administración, todo ello precedido de un espacio al descubierto para entrada y salida tanto del personal como de las materias primas.

La fábrica se encuentra abandonada desde hace una década. En diciembre de 2022, los actuales propietarios iniciaron el derribo de las naves, teniendo que intervenir la policía local y el ayuntamiento de Valencia, quienes lo han paralizado al realizarlo sin el preceptivo permiso de derribos y solo con una declaración responsable.