El ministro de Cultura aparece por primera vez en la crisis para citar a Welles (y nada más)

Y 24 días después de decretarse el confinamiento José Manuel Rodríguez Uribes salió en rueda de Prensa. Ha costado, pero esta tarde hemos vivido la primera comparecencia del ministro de Cultura y Deporte durante este contexto de pandemia, aunque lo hace sin dejar grandes titulares (por no decir ninguno). Agradecimientos previos a músicos, museos, actores... por hacer llegar a cada casa esa cultura que tenemos privada de tocar con las manos. Y poco más.

El mundo de la cultura (que durante los últimos dos días ha mantenido nuevas reuniones con el ministro) esperaba alguna medida concreta que frenase, en parte, la deriva a la que se enfrenta el sector, pero se tuvo que conformar con más de lo mismo de estos días: “Hemos movilizado fondos generales, no específicos de un solo sector, porque somos conscientes de que esta crisis afecta a toda la economía. Por lo que nos parece que lo razonable es un esfuerzo global que no deje a nadie atrás”, reconocía Rodríguez Uribes. “Llegará el momento, cuando estemos en una situación sanitaria que lo haga posible, en el que tengamos que impulsar medidas más concretas”.

De lo poco en claro que ha dejado es que se va a intentar “reprogramar en lugar de cancelar los espectáculos y eventos deportivos” que se quedaron colgados con el estallido de la crisis del COVID-19 y que “si seguimos por el camino de la disciplina social y obedeciendo a expertos, antes podremos pensar en recuperar la normalidad”.

En la misma senda, el ministro no se ha atrevido a dar fechas concretas sobre la reapertura de cines, teatros y salas de concierto, “habrá que esperar a lo que digan los expertos”, ni a asegurar la celebración de los diferentes festivales estivales. “Cuando eso llegue, este ministro hará campaña para que volvamos”, afirmó en la sala de Prensa de La Moncloa.

Eso sí, Rodríguez Uribes tuvo tiempo para citar a Orson Welles: “Primero va la vida y luego el cine, pero la vida sin cine tiene muy poco sentido y es muy poco humana”. Esperemos que ello sirva para no dejar a la cultura como el último mono a rescatar dentro de la crisis.